La caída de la inflación, como punta de lanza para meterle presión a la oposición
Edición Impresa | 11 de Junio de 2024 | 01:56

Carlos Barolo
Para la discusión de la Ley Bases -un hito tal como lo consideró el propio presidente Milei- el oficialismo siente que tiene la ventaja de la caída de la inflación justamente cuando el índice del mes pasado puede ser del 5 por ciento o algo menos. Ya comenzó por remarcar que ese “éxito” se construyó sin la colaboración de los partidos políticos opositores que no le facilitaron la creación de instrumentos para profundizar el cambio.
Por supuesto que estas circunstancias serán explotadas y reflejadas en las redes como un mecanismo de presión a la oposición para que aporte sus votos a la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal que mañana tendrá un “Día D” en el Senado en la búsqueda de la media sanción que le falta al proyecto.
El oficialismo tiene minorías muy pronunciadas en las dos cámaras del Congreso. ¿Hay en marcha una jugada libertaria para instalar la idea de la obligación del Poder Legislativo de avanzar con las leyes de reformas a través de las cuales Milei podría transformar la economía y que, si eso no ocurre, habría que buscar allí mismo las culpas y las responsabilidades?
Algo de esto pareció esbozar ayer a la mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, cuando habló de que tanto el Presidente como su equipo “hicieron lo que pudieron con lo que tienen”. Pero que siguen faltando las reformas estructurales que requieren de los votos del Congreso.
Sostuvo: “Que el Congreso no aprobó leyes aún, y así y todo los resultados fueron excelentes y extraordinarios cuando se los contrasta con la burocracia y el esquema político que rige en la Argentina, en donde una parte de la política no permite -por intereses propios- que el Gobierno avance en el sentido que la gente lo votó”.
Consultado sobre si desde la gestión mileísta tienen algún tipo de autocrítica, el vocero consideró: “En una Argentina despedazada y colapsada como la que encontramos, no hay ni una décima parte del trabajo realizado. Seguramente, a lo largo de estos cuatro u ocho años -depende lo que quiera la gente- haremos un montón de autocrítica y cometeremos un montón de errores, siempre en pos de darlo todo y tratar de cambiar a la Argentina”.
Y bajó un mensaje que apunta a lo que el mileismo llama “la casta” (por cierto, cada vez menos utiliza ese término) y que vendría a ser la política tradicional. “Un error fue confiar en que parte de la política iba a entender el tiempo que corría en la Argentina. Eso no pasó y fue un error, creímos que iban a acompañar porque ese fue el mensaje que la ciudadanía dio en las urnas. El resto está por verse. Estamos abiertos a la crítica y a mejorar lo que hacemos”, aseguró.
Lousteau y el kirchnerismo
Mientras tanto ayer se vivió una jornada frenética porque el Gobierno no sabe si tiene los votos para aprobar Bases en la Cámara alta. Se asiste a un cada vez más evidente entendimiento entre la oposición que lidera el senador radical Martín Lousteau (no todo el radicalismo legislativo se alinea detrás de él) y el kirchnerismo. Objetivo: voltear el proyecto del oficialismo. ¿Será por eso que Lousteau presentó su propio dictamen de minoría? ¿Buscarán imponer número para que se trate ese y no el dictamen que salió del plenario de comisiones?
Ayer, mientras, se especulaba con un posible empate a la hora de la votación en el recinto. Pésima noticia para el Gobierno, que la semana pasada calculaba unos 38 votos favorables sobre 72 miembros de la Cámara.
¿Y si empatan? Tendría que desempatar la presidenta del Senado y vicepresidenta de la Nación, Victoria Villaruel. Todo el trámite debería ser contrarreloj porque el miércoles a última hora Milei parte a Europa para la reunión del G7, el grupo de países más desarrollados, a la que fue invitado. Y ya hablan de una sesión larga.
Con Milei en el avión, Villaruel quedará así a cargo del Ejecutivo y, por lo tanto, si hubiera un empate en la votación de la Ley Bases ¿puede definir? Desde ese lugar tendría que designar a otro senador que presida la sesión y sería el puntano libertario Bartolomé Abdala, presidente provisional de la Cámara. Un alivio para un oficialismo que no gana para sustos.
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