El campo con amapolas que está plagado de minas y que mujeres buscan limpiar
Edición Impresa | 16 de Junio de 2024 | 03:31

Tetiana Shpak, una desminadora, trabaja agachada en un campo del sur de Ucrania, que a pesar de su aspecto bucólico con flores de amapola, está plagado de explosivos. Hace solo unos años, esto habría sido imposible. Su profesión, considerada demasiado peligrosa, estuvo prohibida a las mujeres hasta 2018.
“Nunca pensé que mi camino me llevaría hasta aquí”, admite esta exprofesora de matemáticas de 51 años, tras una gruesa máscara protectora. La invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022, cambió todo. Tras ayudar a construir fortificaciones para repeler a los soldados de Moscú y perder a su padre en un bombardeo, Shpak dice que sintió la necesidad de “ser útil”. Como ella, cada vez son más las mujeres que se dedican a la retirada de minas, donde ya representan el 30% de la mano de obra, según el gobierno.
La dinámica es similar para otros oficios tradicionalmente asociados a los hombres, donde la mano de obra se ha visto mermada por la movilización militar y la emigración.
Las autoridades saben que el territorio está lleno de explosivos y esperan atraer a más mujeres aún.
“Al inicio, mi familia estaba en contra”, dice Shpak, que trabaja desde hace un año para la organización Halo Trust en Snigurivka, en la región meridional de Mykolaiv.
La artificiera asegura sin embargo que su trabajo es seguro. Ella localiza las minas pero otros servicios las detonan.
Incluso convenció a su hija, que ahora dice que “quiere intentar algo parecido cuando sea mayor”, dice riendo.
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