Budapest: un viaje que va a través del tiempo

Una capital del mundo con fascinantes capas de historia que se despliegan a lo largo de las calles y monumentos

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Budapest, la capital de Hungría, revela capas de historia a través de sus calles, edificios y monumentos. La ciudad combina antigüedad medieval, influencia otomana, esplendor Habsburgo, pasado comunista y una vibrante actualidad.

El primer día, la aventura gastronómica comienza en Pinczi, una tienda tradicional de salchichas cerca de la estación Nyugati. Luego, se puede recorrer la majestuosa avenida Andrássy, hogar de la Ópera Estatal de Hungría y elegantes palacios renacentistas. La Plaza de los Héroes, con sus impresionantes estatuas, espera al final de la avenida. El Museo de Bellas Artes y el recientemente inaugurado Museo de Etnografía en el Parque de la Ciudad son paradas obligadas para los amantes del arte y la arquitectura. Para un toque de surrealismo, se recomienda visitar la Biblioteca Szabó Ervin, alojada en el antiguo Palacio Wenckheim, y disfrutar de una cerveza en Fecske, rodeado de estudiantes.

Por la noche, el Distrito 7, antiguo barrio judío, ofrece una mezcla de historia y vida nocturna. La cena en M, un restaurante acogedor con un menú ecléctico, es una excelente elección, seguida de bebidas en bares como Szimpla Kert o Központ en Madách tér.

El segundo día, se puede cruzar el Puente de las Cadenas hacia Castle Hill para explorar la Galería Nacional y la pintoresca iglesia de Matías. Un pastel en Ruszwurm y un paseo por las tranquilas calles medievales son imprescindibles. Después, descender a Széll Kálmán tér para almorzar en el moderno 101 Bistro. Por la tarde, visitar el imponente edificio del Parlamento y admirar la arquitectura Art Nouveau del Postatakarékpénztár en la Plaza de la Libertad es una excelente manera de pasar el tiempo. El día puede terminar en la Basílica de San Esteban y con una compra de delicias en el Café Gerbeaud.

 

La ciudad combina antigüedad medieval, influencia otomana, y una vibrante actualidad

 

El último día, la recomendación es relajarse en los baños termales de Gellért antes de desayunar en Kelet. Un paseo por el Puente de la Libertad y una visita a la sinagoga de la calle Dohány, un testimonio del rico legado judío de Budapest, completan la experiencia. La ciudad es transitable y su excelente transporte público facilita el recorrido. Utilizar la tarjeta de viaje de 72 horas de BudapestGO y el sistema de bicicletas compartidas MOL Bubi permite explorar cada rincón. Budapest encanta a cada paso, revelando su historia y cultura en cada esquina.

 

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