Ola de intoxicaciones e incendios por pérdidas de gas en los domicilios

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En lo que va del año las intoxicaciones por monóxido de carbono en la Provincia crecieron casi un 60 por ciento respecto a 2023 según advirtieron las autoridades, contabilizándose además varios casos donde los gases, por mal manejo o mala calidad de los artefactos utilizados –como es el caso de los braseros- afectaron la salud de numerosos usuarios tal como lo señalaron desde la empresa Camuzzi.

Se conoce que los riesgos que supone la calefacción y las hornallas de cocinas en los domicilios suelen ser grandes y que no dejan de generar desenlaces que suelen ser fatales, pero en esta oportunidad la conjunción de jornadas frías y el número de accidentes registrados por perdidas de gas alcanza proporciones que, por su magnitud, debieran originar por lo pronto no solo alarma sino fuertes campañas de concientización.

La estadística a cargo de la cartera sanitaria bonaerense muestra a su vez que éste es el año con más intoxicaciones por monóxido de carbono de los últimos cinco. Durante 2023, la distribuidora de gas natural registró en su zona de concesión más de 50 casos de intoxicaciones por monóxido de carbono.

Sin embargo, estos datos representan únicamente los eventos denunciados, por lo que seguramente haya habido muchos más que no fueron informados o no pudieron constatarse.

Tal como se dijo ayer en este diario, el “enemigo silencioso”, como suele llamarse al monóxido de carbono, es un gas altamente tóxico y peligroso que no tiene color, sabor ni olor, por eso, si no se detecta a tiempo, puede matar. Por eso es tan importante que los artefactos que funcionan a gas tengan un buen funcionamiento y los ambientes estén ventilados.

La mayoría de los accidentes de este tipo registrados, fueron por fallas en calefactores, seguidos de calentadores de agua y cocinas. Con respecto a las causas principales que los provocaron, el 85 por ciento de casos detectados estuvieron relacionados con los conductos de evacuación de los gases de combustión de los artefactos.

Para una debida prevención se ofrecieron estas recomendaciones: en cuanto a la ventilación, no obstruir ni anular las rejillas; garantizar una adecuada y permanente circulación de aire en los ambientes; chequear que los conductos de evacuación no estén tapados; y tomar conciencia de que el uso de hornallas y el horno para calefaccionar es muy peligroso.

Se debe también tomar conciencia que el uso de otros tipos de aparatos de para calentar una vivienda y tratar de sobrellevar así las crudas temperaturas del invierno implica advertir que no todos los aparatos garantizan la seguridad necesaria y, así, los habitantes suelen quedar expuestos a sufrir las consecuencias de los incendios que en ocasiones pueden tornarse fatales.

El monóxido de carbono se genera por el mal funcionamiento de los artefactos a gas, la escasa ventilación, la falta de mantenimiento de las instalaciones internas y por el uso de braseros. Es un gas altamente tóxico y, si es inhalado en grandes cantidades, puede provocar daños cerebrales irreversibles e incluso la muerte. Desde luego que el uso de los pretéritos braseros, privados de todo sistema de ventilación, se traduce también en la presencia de un gas altamente tóxico en las habitaciones generalmente cerradas y en la alternativa –muy recurrente, por cierto- de originar incendios.

Aun en situaciones que se presentan por accidentes o deficiencias como los arriba mencionados, distinto será el resultado si tales situaciones hubieran sido previstas por quienes las padecen, ya que el mejor remedio contra estas contingencias es la formación en las personas de una actitud preventiva natural y continuada, que posibilite evitarlos o mitigarlos en buena medida.

Por último, también debe tomarse muy en cuenta que las instalaciones de gas y las colocaciones de artefactos sean realizadas por gasistas matriculados, autorizados para actuar como tales.

 

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