Los beneficios de salir a correr en invierno

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El invierno trae consigo un desafío adicional para los corredores: el frío. Las temperaturas bajo cero pueden desanimar a muchos, haciendo que piensen dos veces antes de salir de la cama para trotar en la mañana. Sin embargo, un nuevo estudio científico revela que correr en climas fríos puede ser más beneficioso para la salud que hacerlo en condiciones más cálidas. El Dr. Joshua Blomgren, de Midwest Orthopaedics en RUSH en Chicago, asegura que el clima frío no debería obligar a los corredores a buscar refugio en gimnasios o espacios cerrados. Anima a sus pacientes a seguir corriendo al aire libre de manera segura, subrayando que “el ejercicio es medicina, incluso en invierno”.

La evidencia científica respalda esta afirmación, indicando que hacer ejercicio en temperaturas frías puede tener beneficios únicos. Uno de los aspectos más destacados del estudio es que correr en el frío puede ayudar a convertir la grasa blanca, considerada “mala”, en grasa parda, conocida como “buena”. La grasa blanca suele ser responsable de la inflamación y la resistencia a la insulina, problemas comunes que pueden llevar a condiciones más serias como la diabetes. Por otro lado, la grasa parda es un tipo de tejido metabólicamente activo que ayuda a quemar calorías, funcionando como un pequeño horno interno que contribuye a mantener el calor corporal y a mejorar el metabolismo. Este proceso de conversión de grasa blanca a parda es un beneficio adicional que se suma a las ventajas conocidas del ejercicio regular.

El Dr. Blomgren no es el único que respalda los beneficios de correr en el frío. El corredor alemán Flo Neuschwander destaca la importancia de la técnica de respiración en condiciones de bajas temperaturas. Inspirar por la nariz y espirar por la boca es crucial, ya que el aire se precalienta y se filtra antes de llegar a los pulmones, reduciendo la irritación en las mucosas, la garganta y los bronquios. Esta práctica puede parecer desafiante, especialmente para los corredores aficionados, pero mantenerla durante el mayor tiempo posible puede hacer una gran diferencia. Johanna Holzmann, otra experta en el campo, añade que para maximizar la toma de oxígeno al respirar por la nariz, es recomendable exhalar más por la boca y respirar profundamente hacia el diafragma. Esta técnica no solo mejora la eficiencia respiratoria, sino que también ayuda a mantener un ritmo constante y a evitar la fatiga prematura.

Correr en invierno requiere algunas consideraciones adicionales para garantizar la seguridad y maximizar los beneficios del ejercicio. La hidratación es crucial, ya que aunque las temperaturas sean frías, el cuerpo sigue perdiendo líquidos a través del sudor. Beber agua antes y después de correr es esencial para mantener el equilibrio hídrico. Además, el calentamiento se vuelve aún más importante en condiciones frías. Un calentamiento adecuado prepara el cuerpo para el esfuerzo, aumenta la temperatura corporal y la flexibilidad de los músculos.

 

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