El cambio de paradigma en las familias multiespecie

Un fenómeno peculiar que radica en Capital Federal y es trazable a la realidad bonaerense (por lo tanto, también encuentra relación con lo que sucede en la Ciudad) está marcando la pauta demográfica: ya hay más perros que niños. De hecho, en CABA, la población menor de 10 años alcanza los 397.649, mientras que la Encuesta Anual de Hogares (EAH) de 2022 revela que la cantidad de perros en la ciudad es de aproximadamente 490.000. En efecto, las familias multiespecie están en aumento

“No es de ahora este fenómeno, pero en los últimos años se ha recrudecido el tema de la fecundidad, que es el número de hijos por mujer. La Ciudad de Buenos Aires es el distrito con fecundidad más baja y por ende se nota mucho más, pero este proceso se aceleró en toda la Argentina”, introduce Enrique Peláez, demógrafo e investigador del Conicet.

Enrique Peláez desliza, en primer lugar, el concepto de modernidad: “Los jóvenes de ahora no siguen los mandatos sociales y se priorizan más los derechos individuales. El hecho de tener un hijo complica esos planes: estudiar, hacer un posgrado, viajar o trabajar”.

La edad bisagra son los 30, década en la que se cuestionan y se toman muchas decisiones personales y profesionales que definen el futuro inmediato.

“Se demora el hecho de tener una pareja estable. Luego ocurre que cuando la unión queda constituida, se posterga la decisión de tener hijos más allá de los 30 o los 35 años. Se convierte en algo raro ver a una pareja con muchos hijos, porque tienen uno o a lo sumo dos. Ahora hay muchas mujeres que deciden no tener hijos”, señala el profesional.

Andrea Wolanski, doctora en Antropología Social por la UBA e investigadora del Conicet, destaca que esto puede verse positivamente: “En general, en la vida social urbana, la familia se constituye en un proyecto de vida posible entre otros proyectos de vida, eso hace eco de demandas históricas del movimiento feminista respecto de la no maternidad obligatoria y de poder elegir”.

Asimismo, aclara que hay sectores de la población, sobre todo jóvenes, en donde la planificación de una familia en realidad se puede ver “cercenada por la falta de estabilidad laboral y la falencia en los servicios públicos”.