Fármacos antiobesidad: la batalla de los laboratorios para adueñarse del mercado

De a poco, en el país se conocen más tratamientos que contemplan -además de un plan alimentario que combine una rutina de actividad física- la medicación para bajar de peso. Los productos que se imponen

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La batalla por el control del mercado de medicamentos contra la obesidad se ha intensificado en los últimos años. En un mundo donde el 43% de los adultos tiene sobrepeso y el 16% sufre de obesidad, según la Organización Mundial de la Salud, la lucha por desarrollar y comercializar tratamientos efectivos para esta condición se ha convertido en un campo de batalla lucrativo y competitivo. Novo Nordisk y Eli Lilly, dos gigantes de la industria farmacéutica, han dominado este mercado con sus innovadoras píldoras anti-obesidad. Sin embargo, nuevos jugadores están emergiendo, desafiando este duopolio y prometiendo cambiar el panorama de la lucha contra la obesidad.

Novo Nordisk, con sede en Dinamarca, ha liderado el camino con productos como Ozempic y Wegovy, ambos basados en la semaglutida. Ozempic, originalmente desarrollado para tratar la diabetes tipo 2, ha demostrado ser altamente efectivo para la pérdida de peso, lo que ha llevado a su adopción generalizada. Wegovy, que contiene el mismo principio activo, ha sido específicamente aprobado para el tratamiento de la obesidad en adultos con sobrepeso. Estos medicamentos han transformado a Novo Nordisk en la empresa más valiosa de Europa, aunque recientemente han enfrentado una caída del 11% en el valor de sus acciones, reflejando la creciente competencia y la presión del mercado.

Por su parte, Eli Lilly, una compañía farmacéutica estadounidense, ha lanzado Mounjaro y Zepbound, dos medicamentos que, aunque comparten similitudes, están aprobados para diferentes condiciones de salud. Zepbound se prescribe para la pérdida de peso, mientras que Mounjaro se utiliza en el tratamiento de la diabetes. A pesar de un impresionante crecimiento del 32% en la bolsa de valores este año, Eli Lilly también ha experimentado una disminución del 14% en el último mes. Este descenso en las acciones de ambas compañías indica una mayor incertidumbre y competencia en el mercado de medicamentos contra la obesidad.

La irrupción de nuevos competidores ha sido un factor decisivo en esta dinámica cambiante. Viking Therapeutics, una empresa biotecnológica estadounidense, ha captado la atención del mercado con su inyectable contra la obesidad, que se encuentra en la fase final de estudio. La empresa también está trabajando en una versión oral del medicamento, que actualmente se encuentra en una fase intermedia de ensayo. Tras el anuncio de estos avances, las acciones de Viking Therapeutics se dispararon un 39% en un solo día, subrayando la alta expectativa y el interés del mercado en nuevos tratamientos para la obesidad.

Roche, una multinacional farmacéutica suiza, también ha anunciado avances significativos en su desarrollo de un medicamento oral para bajar de peso. Gracias a los resultados positivos obtenidos en estudios experimentales, Roche ha acelerado el lanzamiento de su nuevo producto, lo que ha llevado a un incremento del 13% en el valor de sus acciones este año. Zealand Pharma y Boehringer Ingelheim, una biotecnológica danesa y una farmacéutica alemana, respectivamente, están colaborando en el desarrollo de un nuevo medicamento similar contra la obesidad, mientras que Terns Pharmaceuticals y Altimmune están avanzando en sus propias investigaciones.

Incluso Pfizer, uno de los gigantes de la industria farmacéutica, ha vuelto a entrar en la carrera tras haber descartado previamente dos fármacos debido a sus efectos secundarios. La compañía ha dejado claro que no está dispuesta a abandonar el mercado de las píldoras anti-obesidad y está comprometida a desarrollar un tratamiento efectivo y seguro. Este resurgimiento de Pfizer subraya la intensidad de la competencia y la importancia estratégica del mercado de medicamentos contra la obesidad.

La creciente competencia ha generado una mayor presión sobre Novo Nordisk y Eli Lilly, que hasta ahora han disfrutado de una posición dominante. Sebastian Hofbeck, analista de DJE, ha señalado que, a pesar de los avances de los nuevos competidores, Novo Nordisk y Eli Lilly seguirán siendo los principales beneficiarios del mercado en el corto plazo. Los competidores potenciales aún están en las primeras fases de investigación, lo que otorga a las dos gigantes farmacéuticas una ventaja significativa en términos de tiempo y experiencia. Sin embargo, Hofbeck también advierte que la dinámica del mercado podría cambiar rápidamente a medida que los nuevos medicamentos lleguen a las fases finales de desarrollo y obtengan aprobaciones regulatorias.

El panorama de los tratamientos contra la obesidad está en una fase de transición. La competencia creciente promete acelerar el desarrollo de nuevas terapias, lo que podría beneficiar a millones de personas que luchan contra esta enfermedad. Sin embargo, también plantea preguntas sobre la seguridad y la eficacia a largo plazo de estos nuevos medicamentos, especialmente en un campo donde los efectos secundarios pueden tener consecuencias graves.

La industria farmacéutica se encuentra en un punto crítico. Las decisiones que se tomen en los próximos años determinarán no solo quién lidera el mercado, sino también cómo se aborda la obesidad a nivel global. La carrera por desarrollar la próxima gran píldora anti-obesidad está en marcha, y con ella, la promesa de un futuro en el que la obesidad pueda ser tratada de manera más eficaz y segura. La entrada de nuevos jugadores en el mercado es una señal de la dinámica y la evolución constante de la industria farmacéutica, un sector que, sin duda, seguirá siendo objeto de atención y debate en los años venideros.

 

El desarrollo de fármacos antiobesidad se ha convertido en un “campo de batalla”

 

En Argentina, donde la obesidad también es una preocupación creciente, estos desarrollos tienen un impacto significativo. El país, como muchos otros, enfrenta desafíos relacionados con el sobrepeso y la obesidad, lo que subraya la importancia de tener acceso a tratamientos efectivos. La llegada de nuevos medicamentos y la intensificación de la competencia en el mercado global podrían traducirse en mejores opciones de tratamiento para los pacientes argentinos. Además, el contexto local, con su sistema de salud único y sus particularidades socioeconómicas, requerirá una adaptación de estas innovaciones para garantizar su accesibilidad y eficacia.

La discusión sobre la obesidad en Argentina no solo se centra en los tratamientos farmacológicos, sino también en la prevención y la educación. Las políticas de salud pública deben enfocarse en promover hábitos de vida saludables y en prevenir la obesidad desde una edad temprana. La colaboración entre el sector público y privado será esencial para enfrentar esta crisis de salud. Las nuevas píldoras anti-obesidad representan una herramienta valiosa, pero no la única, en la lucha contra esta condición.

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