“El máximo derecho que debemos defender, es el derecho a la vida”
Edición Impresa | 19 de Agosto de 2024 | 04:40

“Las lesiones causadas por hechos viales son actualmente una epidemia mundial. Sus consecuencias en términos de mortalidad alcanzan a un total de 1,35 millones de personas, posicionando a la inseguridad vial como la octava causa de muerte prematura en el mundo pero es la primera causa de muerte para los jóvenes de entre 5 a 30 años de edad. Además hay entre 20 y 50 millones de lesionados por año, de los cuales se estima que una proporción sufre discapacidad y secuelas permanentes.
Las consecuencias de la siniestralidad vial en términos de mortalidad y morbilidad evidencian que se trata de un grave problema de salud pública y debería ser de gran relevancia para el Estado debido a la pérdida de salud que esta problemática genera.
“En países donde se ha logrado reducir la siniestralidad vial, se han modificado leyes y después, a través de controles permanentes, comprobado su aplicación”
Viviam Perrone
Asociación Madres del Dolor
El sábado 17 de agosto fue el Día Mundial del Peatón. ¿Por qué es necesario darle relevancia a este día? Porque todos somos peatones, todos usamos las vías del tránsito. Los peatones son los más vulnerables en la cadena de actores que usan las vías y debido a esto, podemos sufrir la Inseguridad Vial. Porque los hechos viales producen muertes totalmente prevenibles y evitables. Muertes que dejan a familias destruidas en el dolor, espacios vacíos para siempre.
Debemos que tener claro que la siniestralidad vial es un fenómeno que no solo afecta a las víctimas que lo padecen, sino que también involucra a una red de personas cercanas como familiares y amigos. Esta comunidad (abuelos, tíos, amigos, compañeros de estudio y trabajo, etc) no solo viven consecuencias emocionales que los marcan de por vida, sino también económicas.
Por este motivo, las lesiones causadas por el tránsito no solo son una pesada carga económica para los países, sino también para los hogares de las víctimas. Para evitar estas consecuencias evitables se debe lograr un mayor nivel de sensibilización social. Pero poco se habla del tema, y se hace aún menos.
Hay autoridades a quienes realmente les interesa avanzar para poder evitar estas muertes y lesiones. Pero aún no se ven los resultados.
A pesar de todas las recomendaciones que brinda la OMS, nuestras estadísticas de pérdidas de vida siguen elevadas. Para Salvar Vidas se deberían planificar Campañas Viales, pero no las hay. Las rutas, calles y vehículos deberían ser seguros para todos los ciudadanos. Pero hay poco mantenimiento de infraestructura y provincias que todavía no controlan la seguridad de los vehículos ya que no rige la VTV en todo el país.
La educación vial también es vital. Debería introducirse en las planificaciones especialmente considerando el aspecto moral de vivir en una sociedad donde valores como el respeto son esenciales en las calles. Y, otro pilar primordial es el Legislativo.
En países donde se ha logrado reducir la siniestralidad vial, se han modificado leyes y después, a través de controles permanentes, comprobado su aplicación.
Actualmente hay funcionarios que quieren comparar a la Argentina con otros países más desarrollados como para imitarlos en lo que resulta fácil de aplicar. Un ejemplo de esto es la licencia vitalicia. Es verdad, Gran Bretaña tiene este sistema. Pero en Gran Bretaña si un conductor es detenido en un control y conduce con exceso de alcohol en sangre, se considera un delito penal y debe cumplir una sentencia.
En Argentina es una contravención y con solo pagar la multa, se resuelve. Como ejemplo, podemos dar el de un jugador argentino muy famoso que vivía en ese país. Por conducir a exceso de velocidad, tuvo que cumplir con tareas comunitarias y salía a barrer las calles de la ciudad de Cheshire antes de ir a entrenar.
El conducir no es un derecho adquirido. Es una responsabilidad. El máximo derecho que debemos defender es el derecho a la vida. Derecho que a mi hijo le arrancaron con tan solo 14 años”.
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