El Concejo tratará esta semana el plan “1.000 cuadras” del Ejecutivo

El oficialismo busca aprobarlo con el apoyo del radicalismo. Apunta a crear consorcios vecinales para obras hidráulicas y veredas

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Laura Romoli

lromoli@eldia.com

El plan “1.000 cuadras” de Julio Alak, consistente en la ejecución de obras de infraestructura en los barrios, a partir de la conformación de consorcios vecinales, sería sancionado esta semana. Así lo prevén en el Concejo Deliberante local, luego de que la iniciativa cuente con el apoyo del bloque de Unión Por la Patria (UP) y UCR-PRO, con lo que lograría 15 votos para su aprobación en el recinto.

El proyecto impulsado por Julio Alak fue rechazado por el bloque de PRO-Juntos por el Cambio, mientras que Buenos Aires Libre aún no se expidió al respecto.

Sin embargo, el acuerdo arribada entre el peronismo y los radicales, luego de la incorporación de modificaciones en comisión, permitiría que el jueves se logre su sanción definitiva.

El plan “1.000 cuadras” consiste en la conformación de consorcios vecinales para la realización de obras hidráulicas, de asfalto y cordón cuneta en distintos barrios de la periferia. Los frentistas abonarán los trabajos hasta en 36 cuotas, una vez que hayan finalizado, y previa consulta del Municipio.

Según subrayaron sus autores, la medida tampoco será compulsiva y deberá tener la conformidad del 70 por ciento de los frentistas beneficiados.

Pero, además, durante la elaboración del despacho de la comisión de Hacienda realizada la semana pasada, se sumó como proyecto la refacción y reacondicionamiento de las veredas del casco urbano.

Es decir, los propietarios frentistas que decidan reacondicionar sus veredas podrán incorporarse al plan municipal y abonar en cuotas la obra de puesta en valor.

RECHAZO DEL PRO

El proyecto fue rechazado por el bloque del PRO-Juntos por el Cambio, que no firmó el despacho de comisión y ya anunció su oposición en el recinto. Así lo hizo la concejal de esa bancada Lucía Barbier, quien objetó que el modelo de “contribución por mejoras” está “mal aplicado y es muy acotado”.

En esa línea, Barbier contó que propuso modificaciones “fundamentales” para que el plan sea “integral” y más “equitativo”, evitando “la doble imposición a vecinos que ya pagan altas tasas para el mantenimiento urbano y ejecución de obras”.

Y advirtió que “los sistemas de financiamiento público-privados son válidos como premisa, pero si no existe coherencia y es simplemente un ítem más de una fiebre recaudatoria, pierde su esencia”.

A pesar de esa postura, los números del oficialismo y del bloque UCR-PRO suman 15 votos, lo que permitirá que la ordenanza sea tratada y sancionada el jueves, ya que se requieren 13 votos para ese fin.

De concretarse ese escenario, el plan “1.000 cuadras” será el primer proyecto del Ejecutivo municipal que no será sancionado por la unanimidad del deliberativo municipal.

 

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