Estudiantes, en modo "reconstrucción": saber esperar a los refuerzos, la clave

No es la primera vez que Eduardo Domínguez tiene que reconstruir a Estudiantes en el último año. Le pasó anteriormente en el verano y luego de la Copa de la Liga. En los dos procesos ocurrieron similares episodios a los que se están viviendo en este momento. Sin dudas, un proceso que eleva la vara y lo exige al máximo como entrenador.

El gran cambio lo tuvo en el arco y no fue menos discutido por eso. Matías Mansilla no terminaba de convencer a los hinchas, y mucho más después de buscarse diferentes opciones de arqueros más consagrados, desde los arqueros de las selecciones de Colombia y Chile. Estaba en la mira y ni siquiera parecía calmar las aguas su gran actuación en la final de la Supercopa contra River. Recién en la semi contra Boca en la Copa de la Liga empezó a mostrar sus virtudes y no solo que dejó de estar bajo la lupa sino que se convirtió en ídolo de muchos.

Por esta situación están pasando los refuerzos, como Facundo Rodríguez, Eric Meza, Santiago Arzamendia, Gabriel Neves y Luciano Giménez. Tal vez el recambio no haya sido el mejor o en el nombre por nombre el plantel haya perdido demasiado. Pero solo el tiempo lo dirá, ya que el fútbol ha demostrado a lo largo de la historia que los procesos llevan tiempo, como le sucedió a Mansilla. De los mencionados el que más chances tuvo y no las aprovechó fue Meza, los demás tienen un puñado de partidos jugados.

Otro caso para entender esta problemática es Eros Mancuso. Cuando llegó no podía ni jugar 15 minutos. En la platea de 115 se agarraban la cabeza cuando pensaban en el reemplazante de Leonardo Godoy. Le llevó más de seis meses empezar a ponerse bien, entender la idea y ganarse un lugar en cada banda. Primero fue lateral izquierdo (jugó allí en la final de la Copa Argentina) y luego se hizo el dueño del lateral derecho. Hoy dejó un vacío enorme que Meza y el pibe Román Gómez no pueden llenar.

Lo de Rodríguez está a la vista. No es todavía ni por asomo el jugador que fue a buscar Domínguez para reemplazar a Zaid Romero. Tiene fallas en la marca y en el juego de retroceso. Pero necesita adaptación al fútbol argentino y a sus compañeros. También a Zaid Romero le costó en el arranque y eso que rápidamente encontró en Santiago Núñez al jugador que lo pudiese acompañar en casi todos los partidos. En el caso del exLiga de Quito fueron alternando Federico Fernández y Luciano Lollo.

Tambiél le costó varias fechas a Tiago Palacios encontrar su mejor versión. Incluso Edwuin Cetré no pudo explotar hasta una vez pasados los 10 partidos en Estudiantes. Luciano Giménez tuvo mejores y peores partidos como el segundo delantero junto a Guido Carrillo. Fue clave en el clásico pero menos productivo en Tucumán. El tiempo, solo el tiempo, podrá determinar si fueron buenas compras o un retroceso. El equipo está en reconstrucción.