El súper, a pocos pasos de casa: para compra diaria o semanal, los platenses eligen el barrio
Edición Impresa | 29 de Agosto de 2024 | 02:49

Del tradicional almacén a las grandes cadenas, y de los híper de nuevo al barrio, pero a superficies de escala media. Así oscilan los hábitos de consumo, y a sabiendas de los cambios en los modos de comprar para abastecer el hogar se extiende la tendencia a instalar supermercados de marcas locales en las zonas de la periferia platense.
Algunas avenidas, como la 44, la 60 y la 66, en su prolongación más allá de la 131, han sido unas de las vías más buscadas por los emprendedores para emplazar supermercados en los últimos dos años. También la 137, desde 60 a 90, se muestra con distintos locales nuevos de alimentos y bebidas. Y es que confluyen dos hechos para el fenómeno: las zonas céntricas se encuentran prácticamente saturadas de comercios que satisfacen “la diaria” y aquellas más alejadas del casco urbano se ven nutridas en población y todavía resulta un nicho a cubrir.
Los primeros en lanzarse al desafío de la conquista comercial en los barrios populosos, donde siempre hubo pequeños despachos o minimercados con variedad de rubros pero de dimensiones no muy generosas, fueron los capitales chinos, las familias orientales advirtieron la posibilidad de un negocio redituable con la venta de alimentos, bebidas y productos de limpieza para el hogar.
Al principio, dos décadas atrás, cuando comenzaron a llegar a La Plata súper de origen chino, fueron repartiéndose en los barrios del casco céntrico, con una dinámica de expansión que incluía la búsqueda de locales donde instalarse. Desde hace un tiempo, la estrategia para la empresa es otra, pues ahora no suelen alquilar las superficies sino que apuntan a adquirir terrenos y a construir sus propios espacios y dentro de la mediana escala, es decir, edificaciones de entre 500 y 1.800 metros. Esas dimensiones solo están en oferta en las zonas fuera de la cuadrícula de la Ciudad.
Una fuente de la comunidad china de La Plata puntualizó a este diario que ahora, la modalidad para emprender, “es dejar el supermercado entre muros y apuntar a construir un mínimo de 800 metros”.
Ese puntapié primero lo dio un establecimiento que se ubicó en 2022 sobre la avenida 44 y 155, con 1.800 metros el más grande del país entre las iniciativas chinas, según la fuente. El objetivo, como estrategia para las ventas, es disponer de la mayor cantidad posible de mercadería.
Más allá de las normativas municipales, que fijan pautas para los establecimientos comerciales, como medidas de superficie y distancia entre uno y otro local según la zonificación, dentro de la comunidad china platense existe un pacto explícito que asegura una separación de no menos de 600 metros entre supermercados. “Sería mucha competencia y entonces ya no convendría como negocio”, explicó la misma fuente.
Una marca nacida en la Ciudad también ha ido apuntando a nuevos grupos poblacionales y desde un local en un barrio céntrico encaró hacia Los Hornos (en esa localidad instaló dos propuestas de venta de comestibles), San Carlos y Tolosa. También se abrió, de otra firma familiar, un expendio de alimentos, bebidas, y productos de limpieza e higiene personal en 44 y 152.
Según el gerente general de la Cámara de Comercio e Industria de La Plata, Diego Piancazzo, la inclinación a inaugurar supermercados de gran tamaño en las localidades de la periferia del Partido “se da como consecuencia de falta de consumo en otros rubros y si bien la ventas en los súper han caído, esa caída es menor que en otras actividades”.
Piancazzo comparó la respuesta del consumo en ese sector de supermercados con los datos duros en otras actividades económicas. “La industria ahora cayó, según el informe de la Confederación Argentina, un 16 por ciento medido a nivel anual. Y lleva un acumulado del 60 por ciento en lo que va del año. El rubro que menos pierde, siempre, es el de alimentos, porque es una cuestión de primera necesidad”, añadió el referente de la Cámara.
¿Y por qué la tendencia actual a la cobertura de las necesidades materiales cotidianas en el barrio? Piancazzo consideró, en ese sentido, un cambio en las costumbres de compra, ya que, dijo, “la gente no hace tanto la compra grande en los híper o los supermercados grandes, con la compra mensual; ahora se tiende más a la compra semanal, más lo del día a día, y entonces lo hace cerca de su casa”.
Por su parte, Gustavo Garrópoli, del súper La Amistad, con local en La Loma, opinó que el vuelco hacia el consumo en el barrio responde a dos factores: “Terminó el programa de ´Precios cuidados´, que sólo lo tenían como beneficio las cadenas, y entonces hoy ese consumo resulta caro. Además, trasladarse resulta costoso en tiempo y recursos de movilidad, cuando se pueden obtener las mismas ventajas en relación a ofertas y formas de pago, entre otras cosas”.
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