La zona núcleo necesita más lluvia y la llegada de La Niña no ayuda
Edición Impresa | 29 de Septiembre de 2024 | 03:22

El clima vuelve a jugar una mala pasada a los productores agrícolas en la zona núcleo, porque más allá de las tormentas que se desencadenaron días atrás, las lluvias no fueron suficientes para los cultivos. Los especialistas advierten que “hay menos humedad que después de las tres Niñas consecutivas” y solo una parte de la región centro recibió precipitaciones, pero se necesitan por lo menos 20 milímetros para asegurar el crecimiento del maíz.
“Tiene que llover para asegurar lo sembrado en maíz y evitar que siga aumentando el trigo bajo condición regular a mala”, señaló el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su último reporte.
Hasta el momento se implantaron 500.000 hectáreas de maíz, pero hacen falta 15 a 20 milímetros para asegurar nacimientos. “Hay menos agua en los perfiles del suelo de la región núcleo que hace un año cuando se salía de tres Niñas consecutivas”, alertó la BCR.
A diferencia de El Niño, La Niña es el fenómeno climático que trae consigo un periodo de bajas precipitaciones. Durante este, las temperaturas se enfrían en la superficie del océano Pacífico a la altura del Ecuador. Si bien ambos fenómenos alternan (no todos los años) sí se dan con más frecuencia, aunque su ciclo oscila entre los dos y siete años. Incendios e inundaciones, según cuál sea el fenómeno que se dé, son consecuencias de los mismos y, pueden generar cambios climáticos en todo el mundo.
A pesar de eso, la Bolsa de Comercio de Rosario presentó sus primeras estimaciones para la campaña agrícola 2024/25, que arrojan una producción de 143,2 millones de toneladas de granos, lo que representaría un incremento del 9,3% respecto a la temporada anterior.
“Este crecimiento está impulsado, en gran medida, por la intención de siembra de soja, que cubriría 17,7 millones de hectáreas, un 8% más que el año pasado”, dijo la BCR.
Sin embargo, el maíz, que enfrentó desafíos climáticos y fitosanitarios, reduciría su área sembrada en un 21%.
“Estas estimaciones se basan en condiciones climáticas normales, metodología aceptada internacionalmente”, destacó el informe.
No obstante, la BCR también realizó una proyección alternativa “considerando el déficit hídrico actual en diversas regiones del país” y ajustando los rindes a los promedios de los últimos cinco años, la producción nacional total caería a 128,8 millones de toneladas, un 2% por debajo de la campaña previa.
Las últimas tormentas pasaron sin dejar precipitaciones en gran parte de la región centro, ya que prometía 10 a 15 milímetros.
“Fueron 4 a 6 milímetros en Lincoln, Junín, Rojas, Pergamino y Baradero. Pese a otros pronósticos de 30 a 50 milímetros y alertas para nueve provincias, solo llovió en una parte de Buenos Aires”, informó la entidad rosarina.
De Trenque Lauquen a Pergamino, llovió; en el norte, no. “Para la región núcleo, el frente ya pasó de largo, aunque puede haber algún remanente”, se esperanzan. Sin embargo, la inestabilidad sigue firme para este domingo y el martes. “Se esperan lluvias aisladas y dispersas. Hace 90 días que no había posibilidades de tres eventos de lluvias en menos de una semana”, dijo el consultor Alfredo Elorriaga.
Los técnicos señalaron que hay 500.000 hectáreas de maíz sembradas, pero se necesitan 15 a 20 milímetros para asegurar nacimientos. Hasta el momento se sembró el doble de hectáreas, en el mismo tiempo por el problema de chicharrita, la plaga que impactó sobre el cereal, y volvió las labores de implantación maicera en una carrera contrarreloj.
“La demanda de agua se hace cada vez más importante para el trigo, que está a punto de entrar en el período crítico. Ya hay un 5% de los lotes desplegando la hoja bandera, un 60% está encañando y el 35% sigue en macollaje”, reportó el informe.
Los técnicos aclararon que necesitan al menos 15 a 20 milímetros también para que el trigo siga en carrera de buenos rindes en el este y en el oeste cese el deterioro para que no se empiecen a darse lotes por perdidos.
Y todo puede empeorar. La Niña está por llegar a territorio argentino y, con la influencia de este fenómeno, se esperan fuertes sequías y un clima fuera de lo normal. Como se viene anunciando, la temporada primavera verano estará signada por el fenómeno de La Niña, asociado a la sequía. Lo propio es sinónimo de bajas lluvias, a diferencia de El Niño, periodo en el cual las precipitaciones son abundantes. Ambos extremos son dañinos para la población en general y, el sector agropecuario, motor del país, en particular.
El maíz, que enfrentó desafíos climáticos y fitosanitarios, reduciría su área sembrada en un 21%
Es el informe de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) el que indica que con la llegada de la primavera La Niña comenzará a instalarse en América del Sur afectando a todo el continente, y particularmente a Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina, principales productores de granos y semillas.
Según el reporte, el verano será seco y menos caluroso de lo acostumbrado; generando mayores sequías y heladas, estas últimas, más acordes a la estación invernal. El documento de la NOAA también señala que los meses de septiembre y octubre estarán atravesados por La Niña.
El Servicio Meteorológico Nacional indicó que “De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en promedio, en el trimestre septiembre-octubre-noviembre 2024 (SON), hay 55% de probabilidad de que las condiciones sean neutrales y 41% de chances de desarrollo de La Niña”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE