De la soledad a la desolación: salvaje ataque de cuatro encapuchados

Un grupo de al menos cuatro delincuentes armados y, con el rostro cubierto con pasamontañas, perpetró el pasado martes por la tarde un feroz golpe en una vivienda ubicada en la zona de Plaza Islas Malvinas. Los malvivientes, que sorprendieron a la víctima cuando se encontraba sola en su domicilio, no escatimaron en insultos, amenazas y golpes para quebrar su voluntad y obtener el dato que necesitaban sobre la ubicación exacta del escondite de sus ahorros.

Como viene ocurriendo cada vez con mayor frecuencia en las últimas semanas, los delincuentes se ampararon en la oscuridad y en el escaso movimiento que se advierte en las calles pasadas las 20 horas para cometer su ataque sin testigos, que pudieran denunciar el accionar delictivo.

El hecho tuvo lugar en un domicilio de la calle 23 entre 49 y 50, hasta donde llegaron cuatro desconocidos, cuyas edades no pudieron ser precisadas por un lado, a raíz de que usaban pasamontañas y, por otro, debido al estado de nerviosismo de la víctima.

El drama de la inseguridad es uno de los temas más comentados tanto en medios gráficos como en la televisión. Principalmente por la preocupación que genera el daño que el delito causa al entramado social. Así que muy probablemente alrededor de las 20 horas, la víctima debió haber estado analizando en su fuero interno esta cruda realidad cuando comenzó a sentir una serie de ruidos que provenían de su garaje.

Cuando se acercó a la entrada para ver de qué se trataba, se encontró con que había dos puntas de barreta que sobresalían por entre las hendijas de las hojas del portón. Alcanzó a escuchar luego que dos sujetos alentaban a otros dos a continuar haciendo fuerza, “porque ya les faltaba poco”. Los sujetos habían frenado la faena cuando oyeron que se había abierto una puerta desde adentro.

El silencio de la víctima, que quedó estupefacto al ver tal escena, fue interpretado por los intrusos como una señal de que nadie los había descubierto.

Cuando el dueño de casa comenzó a desandar el camino para dirigirse al interior de su domicilio para ponerse a resguardo y, luego llamar al 911, la puerta se abrió de par en par.

De nada le sirvió una repentina carrera. Su suerte ya estaba echada.

Pese a que lo superaban en número y en fuerza, los delincuentes pusieron toda su hostilidad al servicio del atraco con la intención de “ablandar” al dueño de casa.

Con fuertes amenazas de muerte, “cortitos” y, las armas que portaban, lograron reducir al hombre.

Presa del terror, al propietario del inmueble no le quedó otra opción que observar desde el piso, boca abajo y con una rodilla en la espalda, como arremetían contra su intimidad rompiendo muebles y hurgando en cada recoveco de la finca.

En ese errante y destructivo recorrido que hicieron por la casa, arrancaron de la pared una televisión de 50 pulgadas.

También se apoderaron de una PlayStation 4. Pese a que la consola se encontraba escondida en un mueble, lograron dar con ella gracias a un cable que se asomaba. Y sumaron al botín dos teléfonos celulares de alta gama, que en las próximas horas, una vez que sean encendidos, podrían arrojar datos determinantes sobre el periplo que siguieron los autores del golpe e incluso el paradero de los mismos

Todo aquello no bastó para este clan y como suele suceder en estos episodios, buscaban dinero en efectivo, especialmente dólares, joyas y otras pertenencias de valor. En repetidas ocasiones pusieron de manifiesto que emplearían drásticas acciones si no revelaba el lugar en el que guardaba sus valores.

Fue así que, muy a su pesar, tuvo que señalar el sitio. De este modo, los ladrones se apoderaron de un total de 2 mil dólares. Luego, con la desolación en las calles y la oscuridad reinante en el barrio como aliadas, emprendieron la retirada.

Durante la jornada de ayer, se indicó, efectivos de calle se presentaron en la cuadra del asalto para hacer un relevamiento de las imágenes captadas por las cámaras de la zona.

Se aguarda ahora que alguno de esos dispositivos haya filmado a alguno de los cuatro ladrones para intentar identificarlos y orientar su búsqueda.