La violencia como herencia: más robos con presencia de menores
Edición Impresa | 21 de Enero de 2025 | 04:14

Rudy Castillo
rcastillo@eldia.com
A 10 días del episodio delictivo con saldo fatal en Los Hornos, en el que un adolescente de 14 años está acusado de apuñalar y matar a un joven durante el robo de un -simple- celular, la problemática del delito juvenil que tiene en vilo a La Plata se ha convertido en un tema central y que preocupa a las autoridades. Es que si bien la inseguridad es un drama que tiene en jaque a vecinos y comerciantes, esto empeora cuando los que cometen los ilícitos son menores de edad, quienes quedan en libertad rápidamente y, en muchos casos, reinciden en los delitos.
Desde estas páginas se ha hablado de una infinidad de casos, con actores de 9, 10, 11 o 12 años, que siempre causan sorpresa. Y acá es donde uno -o quizá la mayoría- se detiene y se pregunta, ¿Dónde está la familia de ese niño o niña?, ¿Cuál será su entorno y su punto de referencia en su desarrollo como persona? La realidad es que muchos casos de criminalidad y delincuencia tienen su origen en el interior de las casas, y ni hablar de aquellos menores que se encuentran en situación de calle, expuestos al abuso, a las drogas y a la violencia como herencia.
Y un claro ejemplo, de este fenómeno que se agrava a paso firme en nuestra ciudad, ocurrió en las últimas horas en un edificio de 61 entre 7 y 8, a pocos metros de una zona de facultades y de Plaza Rocha. Allí un grupo de delincuentes, acompañados por un nene de no más de 10 años aparentemente, protagonizaron un audaz golpe luego de causar severos destrozos en la entrada del inmueble. La secuencia, que duró cinco minutos, quedó filmada por una de las cámaras de seguridad.
Cada uno con su rol
Siempre en base al video que mostró el accionar de los sujetos, se pudo observar que cada uno tuvo un rol en el golpe. Incluso el menor que participó fue fundamental a la hora de la fuga de los implicados. El ataque ocurrió cerca de las 3 de la mañana y para ingresar al edificio, destrozaron la cerradura electrónica de la puerta principal.
Si bien el robo duró cinco minutos, cuatro le dedicaron a vandalizar la entrada. Les costó. Según se pudo ver en la filmación, los tres adultos -encapuchados y con camperas- barretearon la puerta en reiteradas oportunidades a tal punto que casi se dan por vencidos. Lo cierto es que luego de varios intentos, y con el menor en posición de “campana”, finalmente los ladrones lograron meterse en el hall central del inmueble para luego, dirigirse hacia la cochera.
Esto lo hicieron en 40 segundos. Los tres mayores cortaron las cadenas de seguridad de dos motos que se encontraban en el garage y se las llevaron a la corrida. El niño se quedó en la puerta principal, arrancó con total facilidad la cerradura inteligente y les abrió paso a sus cómplices para que escapen.
La banda se fugó. Los vecinos del edificio advirtieron horas después el ataque y se radicaron dos denuncias en la comisaría Novena. Los buscan.
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