Las claves del acuerdo que se negocia con el FMI

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José Calero

 

Comenzó otra negociación cara a cara con los enviados del Fondo Monetario. Y una de las claves será que el organismo quiere una garantía del gobierno de Javier Milei de que el desembolso de dólares frescos no profundizará el retraso cambiario existente en la Argentina, que complica la acumulación de reservas y le resta competitividad a la economía.

Esa es la principal exigencia antes de terminar de dar el visto bueno final al desembolso de unos U$S11.000 millones como parte del nuevo acuerdo con la Argentina, avalado por la flamante administración de Donald Trump en los Estados Unidos.

El delicado tema sobrevoló apenas el efusivo encuentro que Milei mantuvo con la jefa del FMI, Kristalina Georgieva, en Washington, antes de que ambos asistieran a la ceremonia de asunción de Trump. El encuentro fue calificado de “excelente” por Georgieva, quien volvió a elogiar el “progreso impresionante” del gobierno libertario para estabilizar la economía, reducir la pobreza y apagar la inflación en la Argentina. En ese orden.

En un domingo que mezcló en Washington lluvia, nieve y temperaturas bajo cero, Milei y Georgieva acordaron que una delegación del FMI viaje a Buenos Aires (ayer primera reunión con Luis Caputo) para ir puliendo los detalles finales de un acuerdo que puede significar un paso decisivo para levantar definitivamente el cepo cambiario, el otro gran reclamo que hace el organismo multilateral.

Por una economía blindada

Milei y el ministro de Economía pretenden reforzar ese respaldo del Fondo con un acuerdo de créditos con bancos internacionales y fondos de inversión, que termine de blindar la economía argentina. Si bien el gobierno no usará el término “blindaje”, por el fracaso que esa estrategia significó en el tramo final del fallido gobierno de Fernando de la Rúa, en definitiva lo que se busca es construir las espaldas necesarias para evitar que el mercado intente una corrida cambiaria.

Georgieva le dijo a Milei que buscarán trabajar “con rapidez” en el nuevo programa. Toda música para los oídos del libertario, quien fue elegido “Titán de la libertad económica” por la comunidad latinoamericana, en la gala donde por primera vez vistió smoking, en el marco de las celebraciones por la llegada de Trump a la Casa Blanca.

El gobierno argentino cree que ya estarían los votos necesarios para que se apruebe el nuevo acuerdo, por el fuete respaldo de países como Estados Unidos, Italia y Francia. Georgieva incluso se puso poética y consideró que se trata de “un buen momento para darle más viento a las velas de la Argentina”.

Milei busca abrochar un nuevo acuerdo con el organismo, un programa que los funcionarios de Economía vienen negociando con el Fondo desde hace meses, una continuidad del que se firmó en 2022 con el gobierno de Alberto Fernández y que finalizó en diciembre.

El presidente se siente fortalecido porque con sus reformas ha logrado alcanzar y superar las metas, sobre todo las fiscales, y busca que el nuevo plan contemple un desembolso de al menos 11.000 millones de dólares, que es lo que Milei estima que será necesario para salir del cepo sin turbulencias.

La reunión entre Milei y Georgieva viene precedida de fuertes elogios de la directora gerenta, que había dicho que el plan económico reformista de Argentina es “un caso sin precedentes en la historia” del país y también del economista jefe del organismo, Pierre-Olivier Gourinchas, que dio a conocer que el país crecerá un 5% este año, y habló de “tremendos progresos” en la lucha contra la inflación.

En su paso por Washington, Milei también mantuvo un encuentro con el presidente del BID, Ilan Goldfajn, quien elogió a través de un posteo en redes sociales la marcha del programa económico de la administración libertaria. “Es alentador ver los esfuerzos de Argentina por trazar un camino hacia el crecimiento y las oportunidades”, indicó Goldfajn en el pronunciamiento difundido tras la charla con el mandatario argentino.

El BID también desempeña un rol clave con vistas a mejoras de infraestructura que el gobierno pretende encarar este año, donde el capital privado deberá tener gran protagonismo.

Puntos a resolver

Pero el fondo de las conversaciones que vienen con el FMI representan puntos complicados. En su último informe, señaló que “la presencia de amplios controles cambiarios (que será necesario desmantelar para aliviar las distorsiones y recuperar el acceso a los mercados de capital), y la apreciación del tipo de cambio real como resultado de la preservación de un tipo de cambio de paridad lenta, podrían dificultar la acumulación continúa de reservas cambiarias”. Representa la ortodoxia del pensamiento del organismo, que siempre pugna porque los países dejen flotar libremente el dólar.

Las últimas señales del largo y complicadísimo vínculo de la Argentina con el Fondo abonan la sensación de que esta negociación –que llevará a 23º programa de la Argentina con el organismo desde que el país se unió a la organización en 1956– debería ser menos traumática que las anteriores.

El gobierno considera que el acuerdo con el FMI y el respaldo total de los Estados Unidos será la frutilla del postre para lograr que la Argentina crezca fuerte este año y el próximo. Los nuevos pronósticos del equipo económico ya estiman una suba del PBI del 6% en este 2025 y del 5% en el 2026.

Solo una muy mala campaña del agro podría complicar ese escenario, pero por ahora todo es optimismo.

(NA)

 

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