Tic, tac, tic, tac: Abaldo y el día límite para saber si sigue o se va de Gimnasia

El delantero afronta problemas personales y tiene el deseo de regresar a su país. Sin embargo, no es tan fácil y el Lobo no quiere perder su inversión

Gimnasia y Matías Abaldo terminó siendo la historia del verano, de ser el gran proyecto por el que apostó el club luego del Mundial Sub-20 2023 a la preocupación por su estado de salud al comienzo de esta temporada 2025. A poco de cumplir 21 (2 de abril), el delantero manifestó sus deseos de volver a su país y jugar en su club de origen: Defensor Sporting. Aunque la situación tiene algunos puntos clave, ya que hay una inversión de por medio y límites de tiempo.

El Campeonato Uruguayo le da posibilidad a los equipos hasta este jueves 30 de poder incorporar jugadores que estén en otros clubes. El elenco violeta, dirigido por el exdelantero de Gimnasia Álvaro Navarro, quiere contar en sus filas nuevamente con uno de los jugadores formados en su cantera. Sin embargo ese día llega pronto, en apenas 48 horas.

Defensor cuenta los segundos aunque así también el Lobo. "Con Abaldo no hay ningún enojo, estamos cumpliendo con todos los arreglos legales para defender los intereses del club; queremos lo mejor para Matías. Vamos a cumplir con la reglamentación vigente y asegurarnos como club nuestro porcentaje del jugador y los derechos que tenemos sobre él", había dicho días atrás Mariano Cowen en diálogo con La Redonda.

El delantero tiene contrato con el Tripero hasta diciembre de 2027, pero los primeros días de enero terminaron dándole un giro a su carrera. Contenido y acompañado por los profesionales del club, su futuro podría estar en Montevideo y ya hubo nota pidiendo préstamo aunque el Lobo "busca defender el porcentaje" que tiene del pase (la mitad).

Si para el jueves 30 no hay novedades, en Uruguay solo podrán traer jugadores libres tras esa fecha. Aunque para Copa Libertadores, la lista cierra el viernes 31 por la tarde. Dos cuotas del pago total debe Gimnasia y Navarro lo quiere sí o sí en su equipo.

Tic, tac, tic, tac. El reloj corre, el representante de Abaldo tiene casi un pie en el ferry pero la salud económica del Lobo también está en la balanza.

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