El entrenamiento “outdoor” gana terreno en las plazas de la Ciudad

Desde funcional, crossfit, bicicleta o running, en grupo o personalizados, las actividades en puntos verdes subieron con el calor

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En tiempos de bolsillos ajustados y gimnasios cada vez más caros, los espacios verdes de La Plata se transformaron en el “gimnasio” más concurrido de la ciudad. Cada mañana y especialmente al caer la tarde, el Paseo del Bosque, el Parque Saavedra, la República de los Niños o la Plaza Moreno se llenan de vecinos que entrenan, corren, pedalean o caminan como parte de una rutina “outdoor” que combina salud, aire libre y ahorro.

Con rutinas variadas, cada vez más platenses planifican y eligen no quedarse en la comodidad del hogar y activar el cuerpo en grupo, solos o junto a profesores personalizados.

“Antes iba a un gimnasio, pero ahora prefiero venir al Bosque. No pago cuota, hago mi propio entrenamiento y de paso me despejo”, contó a este diario, Mariana, de 34 años, vecina del casco que sale a correr tres veces por semana. Su único gasto, dice, es un par de zapatillas buenas: “Las últimas me salieron unos 65 mil pesos, pero duran todo el año”.

Esta tendencia en crecimiento, resultó ser una de las alternativas entre jóvenes, adultos y mayores que buscan mantenerse activos sin gastar demasiado. Mientras una cuota promedio de gimnasio ronda los 40.000 a 70.000 pesos mensuales, hacer ejercicio en espacios públicos puede reducir los costos al mínimo.

En ese marco, quienes deciden entrenarse solos pueden llegar a invertir en accesorios básicos como una colchoneta “($10.000), mancuernas ($15.000 el par) o una bici ($300.000 en promedio). Otros, simplemente, se organizan con amigos o grupos barriales de entrenamiento, que funcionan a la gorra o con aportes mínimos.

“En los parques hay de todo: grupos de running, yoga, entrenamiento funcional, zumba o ciclismo. Muchos profes trabajan en modalidad colaborativa, con clases que van de $3.000 a $7.000 por encuentro, o a voluntad. Es una forma de seguir activos y no abandonar la rutina”, explica Gabriel, instructor físico que coordina un grupo en el Parque Alberti.

Corro todos los días. Trato de mantener la planificación de lunes a viernes y hacerla en algún hueco que tengo durante el horario de laburo. Además, ahora con el calorcito, a partir de las 17 esto se llena”

Fabián Runner del Paseo del Bosque

Por su parte, están quienes eligen poner sus propios horarios y rutinas. “Corro todos los días. Trato de mantener la planificación de lunes a viernes y hacerla en algún hueco que tengo durante el horario de laburo. Además, ahora con el calorcito, a partir de las 17 esto se llena y más los fines de semana”, remarcó Fabián, quien corre cotidianamente en el Paseo del Bosque.

Sin embargo, más allá del ahorro, hay otros motivos que impulsan esta movida saludable. La mayoría destaca el contacto con la naturaleza, la posibilidad de socializar y la sensación de libertad. “Después de estar tantas horas encerrada trabajando, salir a moverme en la plaza me cambia el humor. Me hace bien física y mentalmente”, aseguró Patricia, empleada administrativa de 52 años. “Es terapéutico. Aunque sea una horita trato de hacer running. Pero sin tiempo, sin nada fijo, para relajar un poco la cabeza”, agregó Fabián.

Me gusta una rutina saludable y empecé a venir a caminar porque todavía no me dan los pulmones de fumadora para correr. Pero en eso estamos, tratando de mejorar la calidad de vida”

Celina Camina en el Paseo del Bosque

Otros mencionan que el ejercicio al aire libre ayuda a reducir el estrés y mejorar la concentración. De hecho, médicos locales coinciden en que la actividad física regular es una de las estrategias más efectivas para prevenir enfermedades cardiovasculares, controlar el peso y mejorar la salud mental.

“Me gusta su rutina saludable y empecé a venir a caminar, porque todavía no me dan los pulmones de fumadora para correr. Pero en eso estamos, tratando de mejorar la calidad de vida”, sumó Celina, compañera de Fabián, que comenzó a realizar correcaminata hace un mes.

Asimismo, desde la Municipalidad reconocen que el uso de los espacios públicos para hacer deporte se incrementó un 30 por ciento en el último año, y que muchos parques ya cuentan con postas aeróbicas, bebederos y luminarias para quienes entrenan temprano o de noche.

Aunque la infraestructura todavía tiene falencias - especialmente en barrios periféricos -, el movimiento no se detiene. Las plazas y parques se convirtieron en refugios de salud, encuentro y esfuerzo colectivo.

“Entrenar acá me hace sentir libre y acompañado”, resume Mariano, mientras se ata las zapatillas en Parque San Martín antes de salir a correr. “Y lo mejor: es gratis”.

 

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