La Dama de Hierro… ¿con corazón de fuego?: los romances secretos y el costado "sexy" de Margaret Thatcher
| 15 de Octubre de 2025 | 15:42

¿Quién iba a decirlo? Detrás del peinado imperturbable, los trajes azules y el tono firme con el que retaba a medio mundo, Margaret Thatcher —sí, la mismísima Dama de Hierro— habría tenido sus affaires más que apasionados. Y no lo dice cualquier chismerío de sobremesa: lo revela el libro “The Incidental Feminist”, recién publicado por la periodista británica Tina Gaudoin, que asegura que la ex primera ministra no solo manejaba el poder, sino también los corazones de algunos de sus colaboradores más cercanos.
Maggie, ¿femme fatale?
Gaudoin, exeditora de The Times Luxx y Elle Decoration, afirma que Thatcher tuvo dos romances extramatrimoniales a lo largo de su carrera política. Uno, en los comienzos de su vida parlamentaria; el otro, con un colega conservador. Y como si fuera poco, menciona un “affaire extracurricular” con Lord Tim Bell, su asesor de imagen y publicista estrella, que, según los rumores, le acariciaba las rodillas durante las cenas políticas.
Los protagonistas ya partieron de este mundo —Maggie en 2013, Bell en 2019—, lo que hace imposible confirmar la historia. Pero el rumor corre como pólvora en Londres, donde los escándalos políticos con aroma a perfume caro son casi un deporte nacional.
Margaret y Denis Thatcher formaron un matrimonio largo, discreto y aparentemente inquebrantable. Él, empresario millonario y caballero británico hasta la médula, fue “el hilo conductor” de su vida, según decía ella. Se casaron, criaron dos hijos y no dieron nunca un escándalo… hasta ahora.
Pero Gaudoin asegura que detrás de la fachada perfecta había fuego. El primer romance habría sido con Sir Humphrey Atkins, un conservador elegante y navegante empedernido, conocido en los pasillos del poder por ascender misteriosamente pese a sus escasos méritos políticos. “¿Por qué lo ascendían tanto?”, bromeaban algunos colegas. La respuesta, insinúa la autora, podría haber estado más en la intimidad que en los discursos.
Las rodillas de la polémica
El otro “vínculo especial” habría sido con Lord Tim Bell, el asesor que convirtió a Thatcher en una marca política. Joven, buen mozo y con fama de encantador, Bell era el hombre detrás del eslogan que la llevó al poder: “Labour isn’t working”. En los años ‘70, fue multado por “indecencia” tras exhibirse desnudo en la ventana de su casa —detalle que, visto a la distancia, no sorprende a nadie en el ecosistema londinense de excesos y libertinaje.
Según Gaudoin, a Maggie le divertían sus maneras y sus atrevimientos. Bell, por su parte, la adoraba: “La amaba”, confesó alguna vez en sus memorias. Fue su confidente, su consejero y, si los rumores son ciertos, su cómplice en más de una cena cargada de tensión… y de rodillas bajo la mesa.
Denis y Mandy: otra historia paralela
Por si faltara picante, el libro también cuenta que Denis Thatcher, el marido fiel, se hizo amigo íntimo de Mandy Rice-Davies, la exmodelo que había sacudido el Reino Unido en los ‘60 por el escándalo Profumo. Cartas cariñosas, charlas sobre historia militar y vacaciones compartidas completan el cuadro de una relación, cuanto menos, curiosa.
¿Sexy, yo?
Aunque hoy cueste imaginarlo, Margaret Thatcher tenía su encanto. El presidente francés François Mitterrand la describió con una frase para el bronce (y el morbo): “Los ojos de Calígula y la boca de Marilyn Monroe”. Otros, como el periodista Christopher Hitchens, aseguraban que en persona irradiaba un magnetismo imposible de ignorar.
Maggie fue una fuerza política implacable, capaz de enfrentarse a sindicatos, enemigos y hasta a la reina Isabel II. Pero, según Gaudoin, también fue una mujer con pasiones, contradicciones y una sensualidad que muchos detectaban tras esa armadura de acero.
Y aunque los historiadores oficiales insistan en que todo esto suena improbable, Londres vibra con los nuevos chismes del siglo XX: la Dama de Hierro, en el fondo, también sabía derretirse.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE