Debut auspicioso de la boleta única en las elecciones legislativas

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El debut con alcance nacional de la Boleta Única de Papel (BUT) en las elecciones del domingo pasado en nuestro país resultó auspicioso, en el sentido de que acortó para los electores el tiempo que antes insumía votar con las boletas partidarias y también aceleró los tiempos de los escrutinios, al menos por ahora el provisorio, al punto de que a las 21 de esa misma jornada ya se pudo contar con resultados de más del 90 por ciento del padrón de votantes. Además, no se registraron hasta la fecha protestas por otras eventuales irregularidades.

En lo que se refiere al trámite de votación, no debieran olvidarse las extensas colas que se formaban en los comicios anteriores frente a las mesas instaladas en las aulas escolares, que solían prolongarse en las afueras de los edificios educativos.

Sólo eso ya generaba incidentes y problemas de diversa naturaleza, a los que se sumaban los que podían presentarse en los cuartos oscuros, cuando faltaban boletas de alguna agrupación política. Esto mismo, también, formaba parte de algunas “picardías”, como el “voto cadena” entre otras que, con la boleta única se neutraliza tal maniobra. Con el nuevo sistema, cada boleta para colocar en la urna es entregada en el momento por el presidente de mesa.

Existieron objeciones previas a las BUT relacionadas, entre otras, a un eventual aumento de votos nulos y en blanco, así como a la presunta falta de capacitación de fiscales y ciudadanos, pero hasta ahora tales reservas no se vieron reflejadas en la realidad.

Si es cierto que existieron justificadas protestas por parte de personas ciegas, ya que, según dijeron, al no existir boletas con sistema Braille no podían cumplir con el trámite, a menos que fueran acompañadas por otra persona. En este último caso no se cumpliría con la condición constitucional del secreto del voto. El tema debiera ser analizado por las autoridades electorales, ya que también podría aducirse que el voto con Braille puede identificar a un votante al momento del escrutinio en la mesa, si es que hubo en ella sólo un elector ciego.

Salvo que puedan surgir evidencias en contrario, por ahora puede decirse que la aplicación de las BUT se tradujo en mayor agilidad y transparencia que las que ofrecían las boletas sábanas. El nuevo formato era requerido desde hace muchos años por organismos como la Cámara Nacional Electoral.

Se aceleró el ingreso y egreso de las personas al lugar de votación y, tal como se dijo, a poco de cerrado el horario de votación, comenzaron a conocerse resultados que luego quedaron confirmados. Hasta la fecha, además, no se conocieron protestas sobre supuestas irregularidades, de modo que el nuevo sistema de las boletas únicas parece haber dado un paso muy positivo hacia la tan reclamada modernización integral del sistema electoral.

 

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