“Esto traspasa los sueños de un puñado de amigos”

La inauguración de la monumental sede y polideportivo del Club Tricolores no solo fue un acto institucional, sino una jornada cargada de profunda emoción para los socios que, 53 años atrás, dieron vida a la institución. Varios de los fundadores, conmovidos hasta las lágrimas, revivieron la historia del club, desde el potrero hasta las flamantes instalaciones, que definieron como la “culminación” de aquel proyecto inicial.

Raúl Ricciardi, uno de los ocho fundadores originales, quien además supo ser presidente y actualmente su hijo heredó el cargo, no pudo contener las lágrimas. “Yo me bajé del auto llorando, sigo llorando. No lo puedo creer. Estuve en todo el proceso, vine 200 mil veces al predio, pero ver esto así, hoy emociona hasta lo más profundo”, contó al ver la obra terminada y “siendo disfrutada por la gente”.

Los fundadores coincidieron en que el origen del club fue un acto de amistad y compañerismo que se transformó en servicio. Omar Pedromili señaló: “Esto traspasa los sueños que tuvimos hace 53 años de un puñado de amigos que dijeron que vamos por algo más. Estuvimos luchándola durante muchos años hasta que aparece esto y que es el sueño máximo”.

Juan Bautista Gilardi, quien se autodenominó “el más viejo que queda”, destacó la suerte de haber presenciado el crecimiento. “Nos juntamos 30 locos para jugar al fútbol en 1972 y le agradezco a la vida que me haya dejado verlo. A veces una persona siembra, pero no alcanza a ver la cosecha y hoy tengo la suerte de haberlo sembrado, entre unos cuantos más, y ver el fruto del esfuerzo”.

Finalmente, Hugo Oscar Valderrama sintetizó el espíritu original: “Un grupo de gente amiga que no pensamos hacer realidad todo esto. En su momento dijimos ´bueno, vamos a hacer algo para y por los vecinos´”, y agradeció que el club siga vivo. Según los socios, la nueva infraestructura asegura que ese espíritu se mantenga sin perder la mirada en el “próximo sueño”: ascender y jugar en la liga de AFA.