Es lo más importante que está pasando en la economía argentina y nadie habla de eso

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Por ALEJANDRO RADONJIC

eleconomista.com.ar

Argentina cerró el tercer trimestre de 2025 con exportaciones de bienes por US$ 23.800 millones, un aumento del 13,9% interanual y, además, el mejor registro para un tercer trimestre desde que hay datos comparables, por encima del pico de 2011.

Se trata de un dato de suma importancia porque hay una coincidencia plena de que Argentina puede (y necesita) exportar más para generar más divisas, empleo y conectarse más con la economía mundial para ganar productividad y escala.

Es clave, además, para despejar los temores recurrentes con respecto a la oferta de dólares que tendrá la economía para afrontar sus múltiples fuentes de demanda.

El resultado del tercer trimestre tiene un valor doble: se logra sin mejora relevante de precios internacionales; y se apoya casi por completo en más cantidades vendidas al exterior.

Los datos fueron presentados en el último informe del DESIP, dependiente del IIEP de la UBA. Lideardos por Juan Carlos Hallak, el grupo de Desarrollo e Internacionalización Productiva (DESIP) reúne a los investigadores del IIEP interesados en los desafíos que enfrenta la política pública vinculados al fortalecimiento de la estructura productiva, el impulso a la competitividad y la promoción de la inserción internacional de la economía argentina.

MÁS VOLUMEN, NO MÁS PRECIO

Según el informe, los precios de exportación se mantuvieron prácticamente estables frente a 2024.

Por eso, el crecimiento se explica por el lado real: +12,9% interanual en cantidades exportadas; +8,5% en cantidades respecto del récord de 2011.

Es decir, Argentina está exportando más cosas (granos, manufacturas, combustibles, alimentos), no necesariamente más caro. Eso habla de capacidad exportadora y de oferta disponible, sobre todo en el agro y en algunos complejos industriales.

EL EFECTO “ADELANTAMIENTO” DEL AGRO

El informe aclara un punto clave: una parte del salto del tercer trimestre no es estructural, sino contable.

Hubo medidas cortoplacistas del Gobierno, como la eliminación temporal de retenciones, que incentivaron a los exportadores de cereales y oleaginosas a adelantar operaciones que, en condiciones normales, se hubieran hecho en el cuarto trimestre o incluso en 2026.

¿Qué implica esto? El dato del 3° trimestre luce muy bueno, pero no es totalmente comparable con otros trimestres. Aun así, no es un dato vacío: porque ya en el primer semestre las cantidades exportadas venían creciendo +4,8% interanual y estaban en máximos históricos.

Por eso, el acumulado de enero-septiembre también es récord, y ese dato sí está menos “contaminado” por el adelanto del agro.

COMMODITIES ARRIBA... PERO NO SOLO SOJA

Dentro de los commodities, el grueso del aumento se explica por cereales y oleaginosas (dos tercios del incremento).

Pero no fue lo único: combustibles: en alza; carnes y pesca: buen desempeño; otros alimentos: también aportaron.

Es una señal positiva porque muestra que la canasta exportadora no está dependiendo de un solo producto.

¿Y las manufacturas y bienes diferenciados? Acá aparece el matiz. El informe marca que las exportaciones de bienes diferenciados se mantuvieron estables respecto del tercer trimestre de 2024.

¿Por qué, si el resto crece? Principalmente por el sector automotriz, que tuvo un trimestre flojo por parada de planta de una terminal, discontinuación de modelos y reconfiguración de oferta para lanzar nuevas versiones en el corto plazo.

Si se saca el efecto automotor, las exportaciones de bienes diferenciados crecieron 13% interanual. Es decir, la industria exportadora que no es agro ni auto también se está moviendo.

LOS SERVICIOS TAMBIÉN EMPUJAN

Aunque hay datos solo hasta el segundo trimestre, el informe destaca que las exportaciones de servicios crecieron 9% interanual. Acá el motor es clarísimo: los servicios basados en el conocimiento (SBC). Sigue flojo, en cambio, el turismo receptivo, que no terminó de recuperar niveles precrisis.

¿Qué puede pasar en el cuarto trimestre? El informe lo dice sin vueltas: lo más probable es que las exportaciones de soja y derivados se moderen, porque una parte importante ya se liquidó en el 3° trimestre. Por lo tanto, el dato agregado del 4° puede lucir más bajo, pero eso no implicaría que la tendencia de fondo se rompió.

La “señal a mirar” hacia adelante no será tanto la soja sino si sigue creciendo el bloque de bienes diferenciados y si se mantienen las exportaciones de servicios basados en el conocimiento. Ahí está el pulso real de la competitividad argentina.

 

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