La madre de Cecilia exige perpetua para los Sena
Edición Impresa | 2 de Noviembre de 2025 | 04:30
Luego de que finalmente se logre la conformación del jurado popular, el juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski comenzó en el Centro de Estudios Judiciales de Resistencia, Chaco, con audiencias para determinar la inocencia o culpabilidad de los tres acusados principales y cuatro presuntos encubridores. La causa, de alto impacto social, tiene como principales imputados a César Sena, de 20 años, su madre Marcela Acuña y su padre Emerenciano Sena, todos acusados de homicidio triplemente agravado por el vínculo, violencia de género y premeditación. La fiscalía sostiene que César fue el autor material del crimen ocurrido el 2 de junio de 2023 en la vivienda familiar, mientras que sus padres habrían participado en la planificación y el encubrimiento del hecho, utilizando su influencia social y política para desviar la investigación.
En la audiencia de apertura, Gloria Romero, madre de Cecilia, fue una de las primeras en declarar como testigo. Visiblemente quebrada, la mujer pidió prisión perpetua para los tres principales acusados. “La Justicia no me va a devolver a mi hija. Esto es para que otra chica no pase por lo mismo”, afirmó frente al jurado.
Durante su intervención, Romero se descompuso y no pudo completar su relato, y confesó -en un canal de televisión- que “por momentos tenía ganas de salir corriendo” al ver a las abogadas de los Sena defendiendo a los acusados. “Ellos negaron que mataron a mi hija. Ahora dicen que ella solo quiso encubrir al hijo. Entonces, ¿la mataron o no la mataron? Para Marcela Acuña, mi hija solo era un bulto que se tenía que deshacer, como una bolsa de basura”, sostuvo aún conmocionada.
Romero también hizo referencia a otros imputados que integran el círculo de los Sena, señalando que habían actuado por obediencia y miedo: “Fueron víctimas de los Sena y de su mafia”, dijo, en alusión a Fabiana González y José Obregón, acusados de encubrimiento agravado por ayudar a limpiar la casa y trasladar objetos de la víctima, y a Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso, quienes habrían permitido que en su terreno se quemaran elementos vinculados. La mujer cerró su intervención resaltando que su lucha no era solo por Cecilia, sino para que “otra chica no vuelva a pasar por lo mismo”.
Acuña pidió disculpas
Mientras tanto, desde la Alcaidía de Mujeres de Resistencia, Marcela Acuña rompió el silencio y habló de su situación y de la familia que la rodea. En una entrevista, la exdirigente social aseguró ser inocente y se desmarcó de la responsabilidad de su hijo César. “Como madre, entiendo su dolor”, dijo, dirigiéndose a Gloria Romero, y pidió disculpas por el sufrimiento que pueda generar la situación: “Por más que se enoje o me prejuzgue, es una señora que parió como yo”. Acuña sostuvo que no conocía en profundidad a Cecilia y que su vínculo con ella había sido superficial: “Tomamos un par de mates, fuimos a la recepción de mi hijo, pero nada más. No éramos cercanas”.
La imputada confirmó que declarará ante el jurado popular, pero cuestionó el accionar de la fiscalía y la cobertura mediática del caso. “Me sentí violentada con el alegato del fiscal, porque dijo mentiras. Jamás tuve odio con nadie, y menos con alguien que no conocía”, afirmó. Asimismo, expresó preocupación por la salud mental de su hijo César, diagnosticado con un cuadro de psicosis, medicado y aislado durante más de un año, aunque negó que sea un asesino: “Hubo cosas que no funcionaron en esa relación, pero no entiendo qué pasó. Más allá de la condena, tengo miedo por su salud mental. Si me voy, mi hijo se mata”.
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