Arco en cero: el Pincha, de atrás para adelante en Arroyito

Eduardo Domínguez sabe que si quiere tener una mínima chance debe ajustar los desacoples defensivos. Caso contrario no podrá competir contra un rival que ataca los 90 minutos

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El favorito es Rosario Central. De eso no queda ninguna duda. Estudiantes sabe que por primera vez en mucho tiempo irá a jugar en ese rol en un torneo local. Muchas veces el favorito es el rival, pero en el duelo del domingo las equivalencias son menores todavía. Hace mucho que no sucede algo así en el equipo albirrojo, que en los últimos años peleó con armas poderosas o con chances más potentes.

Pero Eduardo Domínguez y sus jugadores saben que esto es fútbol y además de aceptar esa condición quieren ir a pelear el partido para dar el gran golpe. De ninguna manera se quieren presentar como partenaires del rival. El torneo les dio una posibilidad más y la quieren aprovechar como de lugar.

Sabe bien el DT que para encontrar ese lugar tiene que mejorar mucho en cada una de sus líneas, pero básicamente en la defensa. Si Estudiantes quiere jugar un partido largo es necesario que no cometa errores atrás, como le sucedió ante rivales que lo atacaron poco. Por ejemplo Boca lo lastimó las pocas veces que pasó la mitad de cancha, lo mismo Argentinos. Ni hablar Tigre que le convirtió en la única llegada y luego se le hizo imposible remontar el resultado.

Lo del domingo será lo más parecido al encuentro en el Maracaná contra Flamengo. Rosario Central, que tiene poderío pero no se asemeja al equipo carioca, irá a buscar el gol desde el arranque. Por eso el Pincha tiene que saber jugar lo más lejos de Fernando Muslera.

El DT trabajó con tres centrales, sumando un lateral para que Arzamendia sea el tercer marcador y con un mediocampo reforzado. No lo tendrá a Santiago Ascacibar y tampoco a Gabriel Neves. por eso Mikel Amondarian tendráque tener la ayuda de Ezequiel Piovi sí o sí. El Pincha se tiene que defender con la pelota y, en lo posible, lejos de su arquero.

El plantel seguirá hoy la puesta a punto y sabe -otra vez- que no puede equivocarse en un partido así. Le sucedió en el Maracaná que trabajó un mes pensando en un partido perfecto y a los 10 minutos perdía 2-0 por errores. Otra vez la suerte no lo acompañará, ya que aquella vez el rival desperdició goles y en el final pudo acercarse para dejar la serie abierta. Acá en un partido solo y distraerse sería fatal.

De mitad de cancha para arriba no tiene mucho para evaluar. Sin Guido Carrillo y con Lucas Alario en un nivel bajísimo, Domínguez probó con Edwuin Cetré y Tiago Palacios como jugadores más adelantados. Aunque no le guste el nivel del exRiver el equipo necesita sí o sí una referencia. Nunca jugó bien sin un “9” más o menos de área.

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