Peleas y ruidos, los dos flagelos que no dejan dormir a los platenses
Edición Impresa | 4 de Noviembre de 2025 | 02:26
          Durante décadas las noches y madrugadas platenses de los fines de semana transitaban en un contexto de tranquilidad y sin episodios que pusieran en riesgo la seguridad de las personas, ni de sus sueños.
Sin embargo, desde hace muchos años, distintos tipos de incidentes nocturnos que se prolongan hasta altas horas de la madrugada convierten a los viernes y sábados en pretextos para toda clase de desbordes. Ello, sin siquiera tomar en cuenta la inseguridad existente, a partir de una ola delictiva que no cesa.
En la edición de ayer de EL DIA se reflejó parte de ese descontrol, en este caso a través de un enfrentamiento a golpes de puño a la salida de un boliche ubicado en cercanías de la Terminal de ómnibus.
Pero, también, la Ciudad se veía en esos momentos acosada por la ya sistemática presencia de centenares de motociclistas que, con sus vehículos y escapes abiertos, eligieron a nuestra ciudad para atemorizar a los vecinos y no dejarlos dormir, entre muchos otros de los delitos e infracciones que cometen en forma sistemática.
En el caso de las peleas nocturnas o de madrugadas en boliches, sus desarrollos incluyen habitualmente gritos, corridas, botellazos y enfrentamientos a trompadas, en episodios que se convierten en verdaderas pesadillas para quienes viven cerca. En algunas ocasiones hubo armas blancas y hasta de fuego en esas contiendas.
En distintas sectores de la Ciudad los enfrentamientos entre grupos de personas suelen estallar a la salida de los locales bailables. A menudo, la mezcla de alcohol, música fuerte y provocaciones mínimas deriva en golpes, agresiones y daños materiales que terminan con la intervención de la Policía o del SAME.
La mayoría de los vecinos coincide en que los fines de semana ya no duermen tranquilos y, además, con el temor a que algún episodio termine con un herido o algo peor crece con cada amanecer.
Aunque existen operativos de seguridad y patrullajes, las grescas suelen desatarse en segundos, en los minutos posteriores al cierre de los locales, cuando centenares de jóvenes y no tan jóvenes se agolpan en las calles y la presencia policial no siempre alcanza para prevenir los incidentes.
Algo similar y acaso más preocupante ocurre con las caravanas de motos, formadas también no solo por motociclistas de nuestra zona, sino por muchos que provienen de distritos lejanos, como Brandsen y que corresponden al Conurbano bonaerense. Lo cierto es que eligieron La Plata como escenario para “divertirse”, en el mejor de los casos.
Por lo pronto, impiden el sueño de miles de vecinos hasta primeras horas de las mañanas. En este último fin de semana se estimó que unos 300 motociclistas en caravana se dedicaron a recorrer la Ciudad, a puro escape libre.
Los vecinos tienen derecho al descanso y al sueño. Sólo hace falta que las autoridades municipales y provinciales, así como la Policía y la Justicia, se decidan a poner fin a estos flagelos.
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