Los médicos ante la crisis de la salud

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El reciente Día del Médico, fecha en que recordamos el nacimiento de Carlos Juan Finlay -aquel incansable luchador contra la fiebre amarilla y pionero de la investigación médica contra esta enfermedad- nos impone reflexionar sobre nuestra profesión.

Desde los tiempos de Finlay, la medicina ha crecido y evolucionado gracias al esfuerzo, la dedicación y la investigación permanente de los profesionales de la salud. Ese compromiso histórico nos permitió superar graves pandemias y afrontar desafíos sanitarios de enorme magnitud.

Sin embargo, en nuestro país el médico viene padeciendo, desde hace muchos años, las consecuencias de un sistema de salud en crisis, marcado por la falta de inversiones necesarias y por administraciones ineficientes de los recursos disponibles. A ello debemos sumarle los episodios de violencia e inseguridad en los ámbitos de trabajo, el asedio judicial permanente y padeciendo salarios y honorarios médicos que, en muchos casos, se encuentran por debajo de la canasta básica alimentaria.

Hoy, gran parte de los colegas se ven obligados a recurrir al pluriempleo, sacrificando su propia salud para sostener su vocación, donde muchos profesionales deciden retirarse tempranamente de la vida profesional, justo en el momento en que más experiencia y conocimientos le podrían aportar al sistema sanitario. Con esto creo haber dado respuesta a la inquietante pregunta que se realiza mucha gente todos los días: ¿por qué faltan médicos en tantos lugares del sistema de salud?

En el año 2020, el mundo enfrentó la pandemia por el virus SARS-CoV-2, y los médicos estuvimos a la altura de las circunstancias: dimos respuesta a cada necesidad que se nos presentó, sin dejar a ninguna persona sin atención médica. Nos enfermamos, sufrimos secuelas de la enfermedad, perdimos colegas… y aun así volvimos y seguimos trabajando.

Insistimos que la comunidad médica y demás integrantes del equipo de salud, fueron un verdadero ejemplo para las futuras generaciones de nuestro país y renovamos nuestro pedido a los gobernantes de que se le realice un gran reconocimiento a todos éstos héroes que participaron de esta guerra biológica contra el virus SarsCov 2.

A pesar de todas las dificultades que padecemos, los médicos continuamos manifestándole a la sociedad argentina que seguimos orgullosos de recorrer el camino vocacional que una vez elegimos, que es el de entregar nuestras vidas y servir a la comunidad a la cual nos debemos.

Vemos que una parte de la dirigencia política ha tomado nota de la crítica situación que atraviesa la comunidad médica. Pero también observamos, con preocupación, que otros sectores aún no comprenden —o no quieren comprender— que cuidar la salud de la gente es cuidar el futuro del país.

Este año, con dolor, vimos a médicos y universitarios movilizarse por las calles de nuestro país, reclamando salarios justos ante el Estado nacional, pero también vimos reclamar en esas movilizaciones a representantes de otras administraciones que no cumplen con los pagos dignos en las jurisdicciones a las cuales pertenecen y que gobiernan desde hace tiempo.

El derecho a la salud

Esto nos obliga a afirmar, como Colegio, que gobierne quien gobierne, la salud debe ser un derecho y, para que ese derecho llegue verdaderamente a la población, debemos cuidar a quienes trabajamos todos los días dentro del sistema de salud y en especial a los médicos.

Estamos convencidos de que un país serio debe jerarquizar la justicia, la educación y la salud, porque solo así puede construirse un futuro próspero. Y reiteramos que todos los sectores involucrados y responsables del sistema de salud, debemos debatir y analizar el funcionamiento del sistema sanitario, pero siempre lo debemos hacer construyendo puentes, con diálogo suficiente y consensos, en beneficio de toda la sociedad argentina.

La Plata ha sido cuna de grandes maestros de la medicina. Hoy recordamos a algunos de ellos como ser a los Dres. Bernardo E. Manzino, Fidel Schaposnik, José María Mainetti, Emilio Cecchini y René Favaloro, entre tantos otros que nos marcaron el camino hacia la excelencia médica.

Estamos seguros de que cada día que pasa muchos se deben sentir muy orgullosos de haber elegido ser médicos y que volverían una y otra vez a elegir esta hermosa profesión que es la del arte de curar.

Dr. Jorge A. Mazzone

Presidente Colegio de Médicos Distrito I

 

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