Con sello platense: los libros raros toman el Museo de Arte Moderno

La artista platense Ro Barragán será una de las protagonistas de la nueva edición de la Feria del Libro Raro, que se realizará mañana y el domingo en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Av. San Juan 350, San Telmo). Distinguida recientemente con una mención en el Salón Molina Campos del Museo Pettoruti por su obra “Sanderst”, Barragán presentará un proyecto aún “en proceso de ebullición”, según sus propias palabras: una serie de libros-objeto que combinan visualidad, poesía sonora y técnicas de impresión tradicionales.

La Feria del Libro Raro es uno de los eventos más singulares de la escena editorial argentina, caracterizada por reunir libros escasos, ejemplares bibliófilos y piezas contemporáneas realizadas en tiradas cortas, muchas veces impresas en prensas antiguas, con tipografías de plomo y encuadernaciones artesanales. No es solo una feria para coleccionistas: es, como se describe oficialmente, un espacio donde “la comunidad bibliófila dialoga con las sensibilidades estéticas contemporáneas”, permitiendo que nuevos lectores y curiosos se acerquen al mundo del libro experimental.

En diálogo con EL DIA, Barragán contó que llegará a la feria con algunos de sus libros-objeto, pertenecientes a una serie que inició durante la pandemia. “Empecé en 2020 porque no podía ir a mi estudio. Estaba encerrada y trabajando con la máquina de escribir para no treparme por las paredes”, dijo, entre risas, sobre una sensación generalizada de los tiempos de aislamiento. En su caso, lo que comenzó como un juego tipográfico se transformó en una investigación formal que continúa hasta hoy.

Sus libros combinan máquina de escribir, edición digital, impresión láser e impresión tipográfica manual. “Son poemas visuales donde trabajo con la palabra como forma, desligándola del sentido. Busco componer a partir del sonido y de la imagen un nuevo significado… que en realidad no significa nada”. La artista se ríe, pero subrayó que el desafío está ahí: trabajar con material lingüístico sin intención semántica, enfocada en la musicalidad, la repetición y la saturación gráfica.

En la serie, las superposiciones alcanzan tal intensidad que “el texto llega casi a desaparecer, borrándose a sí mismo en un gesto de saturación gráfica y fonética”. Esa misma densidad es llevada al terreno sonoro: los libros incluyen un QR que permite escuchar audios producidos por ella. “Estoy grabando poemas sonoros. Leo el texto, lo grabo, lo edito, lo comprimo. Es como superponer capas de sonido igual que las de la imagen”, contó.

Barragán también comentó que trabaja simultáneamente en varias piezas: “Lo que está superpuesto es una pasada distinta de impresión, entonces me lleva mucho tiempo. Lo hago, lo dejo secar, agarro otra cosa… ”, reveló sobre su forma de trabajar, a veces atiborrada de papeles, “enquilombada”.

Mucho de su producción reciente dialoga con el legado de Edgardo Antonio Vigo, uno de sus maestros. La inventiva con las palabras y el desapego por el sentido convencional aparecen también en sus reflexiones: “Detesto cuando me piden que haga una ficha que diga ‘más amor, por favor’. No quiero transmitir eso. Me interesa ahondar en lo que no dice nada, en no imponer un sentido al otro”.

Durante años dio talleres en talleres tipográficos y espacios de arte, pero confesó que se alejó del formato tradicional: “Yo ya no quiero hacer clases que imponen una forma de pensar o de hacer”. De ese gesto de libertad nacieron, según contó, sus primeras palabras inventadas: mezclando letras sueltas en la imprenta, cambiando su orden, jugando sin intención representativa.

Ro Barragán no es una recién llegada al campo artístico. Es Magíster en Estética y Teoría del Arte (UNLP) y desarrolla actividad desde 1994. Se formó con Enrique Arau, Edgardo Antonio Vigo y Juan Carlos Romero, y ha participado en exposiciones en Argentina, Estados Unidos, Italia, Holanda y Colombia. También es profesora titular en la Facultad de Bellas Artes (UNLP) y gestora de Ilusión Gráfica, taller especializado en artes gráficas y letterpress.

Su obra se despliega en pintura, grabado, objetos, arte digital, instalaciones e intervenciones urbanas. La serie que presenta ahora abre una nueva etapa: más íntima, híbrida y marcada por la recuperación de técnicas analógicas combinadas con edición digital y sonido.