El cortocircuito entre el Gobierno y la CGT por un “sincericidio”
Edición Impresa | 14 de Diciembre de 2025 | 03:13
Las definiciones del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, sobre el alcance general del proyecto de reforma laboral abrieron un nuevo foco de tensión entre el Gobierno nacional y la Confederación General del Trabajo (CGT). Desde la central obrera cuestionaron que el funcionario haya admitido que los cambios se aplicarán a todos los contratos laborales y no sólo a los nuevos, como había sostenido el oficialismo en las semanas previas.
El dirigente sindical Cristian Jerónimo calificó esa confirmación como un “sincericidio” y acusó al Gobierno de haber negado previamente el verdadero impacto de la iniciativa. “Nosotros lo veníamos planteando y ellos decían que no, que era sólo para los nuevos trabajadores. Cualquier ley aplica para todos”, afirmó en declaraciones radiales, al referirse a las palabras del ministro.
Jerónimo sostuvo que el proyecto contiene “puntos muy delicados para el mundo del trabajo” y lo definió como “regresivo”. Según explicó, la reforma “quita derechos individuales y colectivos” y reduce las protecciones vigentes para los trabajadores, a partir de distintos mecanismos de flexibilización incluidos en el texto.
Los intereses de los sindicalistas
El dirigente rechazó además las acusaciones oficiales que vinculan la postura sindical con la defensa de intereses económicos. “Eso quieren instalarlo desde el poder. Nosotros apelamos a la responsabilidad institucional para que convoquen a una mesa de diálogo y negociación, que nunca existió”, señaló. En ese sentido, cuestionó que las decisiones se adopten de manera “unilateral y por imposición”, y sostuvo que ese enfoque no genera resultados positivos en términos de empleo.
Consultado sobre la necesidad de actualizar la normativa laboral, el dirigente reconoció que existen transformaciones en el mundo productivo, pero defendió el rol de los convenios colectivos como herramienta de negociación. “Cuando hubo necesidades específicas, las partes se sentaron y se pusieron de acuerdo. Pasó en el sector automotriz y en el petrolero”, indicó. “No estamos cerrados a discutir, pero no por imposición”, remarcó.
La posición del Gobierno
Por su parte, Sturzenegger explicó que la reforma laboral “es un cambio en la ley y aplica a cualquier relación laboral”.
“Estamos clarificando la Ley de Contrato de Trabajo, y la LCT aplica a todo el mundo”, afirmó. El ministro precisó que el proyecto modifica 57 artículos de la normativa vigente y elimina otros nueve, con un rediseño integral de las condiciones de contratación, indemnización y resolución de conflictos en el sector privado.
En relación con el esquema de indemnizaciones, el funcionario destacó la creación de un Fondo de Asistencia Laboral (FAL). “Dentro de los cambios se incentiva la creación de un fondo que surge de la baja del gasto y de la motosierra, lo que nos permite bajar impuestos”, señaló.
Según explicó, el mecanismo se apoya en una reducción de cargas que el Estado deja de percibir, lo que implicaría una baja del 3% en los impuestos al trabajo.
“Ese monto lo tiene que poner el empleador en un Fondo de Asistencia Laboral, que funciona como un fondo de ahorro previo para hacer frente a contingencias”, detalló. Sturzenegger sostuvo que se trata de recursos reasignados por el Estado. “Hay una parte que el Estado no se lleva y lo que no se lleva queda del empleador para afrontar contingencias judiciales y despidos”, concluyó.
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