LLA tira más de la cuerda en su alianza con el PRO
Edición Impresa | 17 de Diciembre de 2025 | 01:07
En plena etapa ascendente, es notable cómo el gobierno parece insistir en errores pasados. Con el Presupuesto 2026 y la reforma laboral como dos objetivos legislativos estratégicos, tal vez fundacionales de su segunda etapa de gestión, el oficialismo vuelve a poner en tensión su vínculo con el sector del PRO que lo ha ayudado a blindar vetos, decretos y sacar leyes clave. Un aliado clave al que insiste en ver desaparecido, ya no disminuido a la mínima expresión.
Los choques a nivel municipal y bonaerense, e incluso en la legislatura porteña, amenazan con romper el equilibrio en el Congreso nacional. ¿Nadie en la Rosada toma nota de eso?
Es verdad que el macrismo se ha debilitado en la nueva configuración del Congreso pero en el bloque amarillo esperan erigirse -en sociedad con la UCR- como la tercera fuerza del la Cámara de Diputados. Argumentan que el virtual empate con el bloque de Provincias Unidas es ilusorio porque el cordobés Juan Schiaretti no pudo jurar aún como legislador.
Cristian Ritondo preside el bloque PRO y apuesta a esmerilar a la bancada de los gobernadores. ¿Cómo? Empujando la intervención del PRO santafesino, que preside la flamante diputada y vicegobernadora en uso de licencia Gisela Scaglia. Ella comandará la bancada de Provincias Unidas siendo aún miembro del partido amarillo.
Mauricio Macri, titular del PRO nacional, no avala la movida de Ritondo. Al menos no por ahora. Hay ahí un ruido político interno.
El estallido bonaerense
Pero volvamos a la relación La Libertad Avanza-PRO, alianza electoral de este año que ganó las elecciones de octubre. Pero, recordar, perdió las legislativas bonaerenses en setiembre pasado. En este sentido, los cortocircuitos entre las dos fuerzas se multiplicaron después de la sesión en la Legislatura provincial en la que se autorizó a que el gobierno de Axel Kicillof se endeude por el equivalente a 3500 millones de dólares, al que el Gobierno nacional todavía no le dio luz verde.
Sebastián Pareja, presidente de LLA en la Provincia, flamante diputado nacional y delegado de Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem para cerrar hace meses la alianza electoral con Ritondo, cuestionó públicamente a los legisladores del PRO. En la nómina de los que “fallaron moralmente” incluyó a los legisladores ritondistas y también a los de Diego Santilli, actual ministro del Interior. En la crítica metió al dos de “El Colorado” y virtual viceministro, Gustavo Coria.
Santilli calla en público. Hace equilibrio y sigue argumentando en privado que sus legisladores votaron a favor del roll over de la deuda bonaerense -algo que aceptaría la Nación- pero no participaron de la negociación para ampliar el directorio del Banco Provincia, gran moneda de cambio de Kicillof para conseguir los votos para la deuda.
La saga de cortocircuitos entre los socios violetas y amarillos tuvo más episodios esta semana. Uno de los más sonoros fue en Bahía Blanca. Allí, Pareja y el diputado provincial y referente local de LLA, Oscar Liberman, denunciaron un acuerdo del PRO con el intendente peronista Federico Susbielles. ¿De que tipo? Para que la dirigente ligada a Ritondo, Gisela Caputo, se quedara con la presidencia del Concejo Deliberante local. Liberman, ex detractor de Pareja, habló de un pacto para correr al libertario Mauro Reyes de la presidencia del cuerpo.
En el PRO señalan que los libertarios no propusieron en Bahía una alternativa y que no tener candidato hubiera habilitado la elección de un edil que responde a Hugo Moyano. Los libertarios, en cambio, hablan de “traición”.
Pero lo más fuerte acaso haya sido en La Matanza, el municipio más poblado de la Provincia. Allí, Hernán Finocchiaro -hermano de Alejandro, ex ministro de Educación y alfil de Ritondo- partió el bloque de la alianza PRO-LLA y se quedó con la segunda minoría, relegando así a los libertarios a un tercer lugar.
El flamante bloque Alianza Libertad Republicana será presidido por la mediática Leila Gianni. Pero eso le quitó a los libertarios la vicepresidencia segunda del concejo local. En el PRO apuntan contra el coordinador de LLA en el municipio, el muy polémico Luis Ontiveros. El hombre supo estar en el extinto Juntos por el Cambio, en el massismo y ahora en LLA. Su esposa, Lorena Ramos, es de origen radical. Ambos responden hoy al armado de Pareja.
En Pinamar, el distrito donde la alianza LLA ganó por más diferencia el 26 de octubre pasado, los libertarios y el peronismo no habilitaron el tratamiento del Presupuesto. La votación tomó por sorpresa al intendente de la Ciudad, Juan Ibarguren, y sobre todo a su mentor político, el ex jefe comunal Martín Yeza quien, como diputado nacional del PRO, votó siempre a favor de la defensa de los vetos más incómodos del presidente Milei.
El ruido también llegó hasta Zárate, donde gobierna Marcelo Matzkin, del PRO, que perdió lugares clave en el concejo a favor del peronismo por el voto de concejales libertarios.
En la CABA, tierra vital del PRO desde 2007, se suponía que había una tregua hasta el 27. Pero los libertarios acaban de estallar después de que el alcalde Jorge Macri habilitara el desembarco en la secretaría administrativa del bonaerense Christian Gribaudo, hombre de Daniel Angelici. Los violetas votaron el presupuesto local pero ahora denuncian acuerdos entre el PRO y el peronismo. Detalle: el PJ es el bloque mayoritario en la Legislatura.
Ninguna de las partes cree que el PRO no acompañe el presupuesto y la reforma laboral en el Congreso, aunque en el macrismo sigue exigiendo al Gobierno la deuda a la Ciudad por coparticipación, que la Rosada incumple. Un dato: hay allí una nueva figura allí que incomoda al PRO y es la senadora Patricia Bullrich. La acusan de esmerilar a los bloques amarillos.
La saga de cortocircuitos entre los socios violetas y amarillos tuvo más episodios
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