Atinada prohibición del uso de fuego en parques nacionales
Edición Impresa | 17 de Diciembre de 2025 | 03:07
La decisión oficial de prevenir incendios forestales mediante la prohibición a los particulares del uso del fuego en los parques nacionales Lanin, Nahuel Huapi, Los Arrayanes, Lago Puelo y Los Alerces, en un contexto marcado por condiciones climáticas que anticipan un verano especialmente riesgoso, constituye una medida acertada que debiera ser acompañada por otras, entre ellas la de que el país cuente de una vez por todas por una dotación de grandes aviones hidrantes.
La medida que llega en momentos en que las altas temperaturas y la falta de lluvias generan un escenario propicio para la propagación del fuego fue dispuesta por la administración de Parques Nacionales, que alertó acerca de que la combinación de factores meteorológicos actuales con los previstos para los próximos meses obliga a actuar con rapidez.
El organismo advirtió que varios parques del país se encuentran en una situación desfavorable y requieren la aplicación urgente de medidas de resguardo.
En paralelo, las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut ya decretaron la emergencia ígnea y avanzaron con acciones propias de prevención y control. Estas medidas apuntan tanto a los concesionarios turísticos que operan dentro de las áreas protegidas como a los visitantes y a la población local, ante un riesgo que crece con el avance del verano.
Las autoridades también remarcaron que, ante la detección de infractores que puedan provocar focos de incendio, se aplicarán los procedimientos contravencionales correspondientes. Y en los casos en que se demuestre responsabilidad directa en la generación de un desastre, se impondrá la sanción más severa contemplada por la normativa vigente.
La prohibición total del uso de fuego en los parques regirá hasta el 30 de abril de 2026 y sólo excluye de su cumplimiento a las instalaciones específicamente habilitadas para cocinar dentro de espacios administrados por prestadores turísticos autorizados, ya se trate de concesionarios o permisionarios.
Además de esta medida, sean algunos incendios intencionales o no, lo que también mucho importa es contar es contar con recursos aptos para enfrentar la voracidad de los incendios en la zona de los lagos. Esos recursos, en primer lugar y tal como se viene señalando desde hace muchas décadas, pasan por contar con una suficiente dotación de grandes aviones hidrantes, tipo Hércules, únicos capaces de sofocar con rapidez focos de fuego en zonas boscosas. Hace medio siglo en este diario se escribieron notas sobre la falta de esos aviones en el país. Como parte de una solución transitoria, se buscaba entonces alquilárselos a Chile.
Cabe señalar que ecólogos de distintos países de América latina hicieron público hace dos años un informe acerca de la ola de incendios forestales en esta zona, en donde seguramente se alían los efectos del cambio climático, la prolongada sequía y algunas malas prácticas en el manejo de las tierras que atizan una crisis que viene dejando muertos, evacuados, grandes ciudades cubiertas por humo y pérdidas millonarias
Como se ha dicho, nuestro país necesita reforzar las dotaciones de bomberos para defender tantas vidas humanas y patrimonios naturales de incalculable valor.
En el caso del Sur, esos recursos incluyen, como se ha dicho, la prioritaria disponibilidad de grandes aviones hidrantes, capacitados para cargar agua en los lagos cercanos y actuar en forma eficaz para sofocar los incendios que se puedan declarar.
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