Motochorros impunes: dueños de la calle y del terror en La Plata
Edición Impresa | 18 de Diciembre de 2025 | 02:58
En La Plata, los delincuentes que atacan a bordo de motocicletas, conocidos como “motochorros”, dejaron de ser una amenaza esporádica para convertirse en una presencia constante y temida. Ya no actúan solo en los márgenes del casco urbano ni en horarios nocturnos: están en todos lados y a cualquier hora, esperando el momento. Con una violencia que escala, siembran terror entre vecinos, comerciantes y trabajadores, con un accionar que desde hace años golpea a la Ciudad y que este 2025 incluso dejó víctimas fatales.
El caso más brutal ocurrió en febrero pasado, cuando el enfermero Jonathan Calderón fue asesinado a sangre fría en la esquina de 10 y 63. Lo balearon para robarle la moto. Sin forcejeo, sin piedad. Un disparo que sintetizó el nivel de violencia con el que se mueven estos delincuentes, capaces de matar para concretar un asalto.
Ese mismo patrón volvió a repetirse en las últimas horas con un raid delictivo que mantuvo en vilo a las zonas de El Mondongo y Villa Elvira. Tres motochorros armados, con cascos colocados y vestidos de negro, protagonizaron una seguidilla de asaltos a mano armada que quedó registrada por cámaras de seguridad y que expuso, una vez más, la sensación de impunidad con la que se desplazan.
El primer golpe fue en una panadería ubicada sobre Diagonal 73 entre 2 y 65. Allí irrumpieron exhibiendo un arma de fuego, amenazaron a dos empleadas y se llevaron celulares y dinero. Antes de escapar, efectuaron disparos dentro del local. No hubo heridos, pero las trabajadoras terminaron en estado de shock. A pocos metros, repitieron la maniobra en una pollajería, completando una secuencia que duró apenas segundos y dejó una estela de miedo.
“Todo duró 37 segundos. Le gatillaron tres veces a una de las empleadas. Fue un caos”, relató el dueño de la panadería, conocido en el barrio como “Grillo”, en diálogo exclusivo con EL DIA. Con 14 años en la zona, aseguró que el ataque no fue dirigido: “No me conocían. Pero no tienen que robarle a nadie. Lo que más miedo me da es que gatillaron tres veces. Eso le puede pasar a cualquiera”.
La escalada delictiva tuvo uno de sus momentos más tensos en una estación de servicio YPF ubicada en Diagonal 73 y calle 120, donde los motochorros irrumpieron con extrema violencia cerca de las 20. Un cliente que se encontraba cargando combustible relató en su denuncia que, cuando estaba a punto de pagar mediante código QR desde su celular y el playero se acercaba con el postnet, fueron sorprendidos por un delincuente con casco colocado, vestido de negro y armado con un revólver de pequeño tamaño. Sin mediar palabras, el asaltante apuntó directamente y exigió que todos se tiraran al piso, mientras reclamaba dinero y demás pertenencias.
Bajo amenaza, el playero entregó una suma de dinero en efectivo y el denunciante fue despojado de su teléfono. En paralelo, otros dos cómplices participaban del asalto: uno de ellos recorría los surtidores a bordo de una motocicleta tipo Honda 150, vigilando el lugar y asegurando la huida. Los delincuentes escaparon en contramano por Diagonal 73 en dirección a avenida 72.
Vecinos contaron que los ataques se fueron alertando en tiempo real por grupos de WhatsApp. “Íbamos avisando por dónde se movían”, detallaron. Algunos no descartaron que la seguidilla haya ocurrido bajo un escenario de “zona liberada”, ya que los hechos se concentraron en el horario de cierre comercial.
Una seguidilla brutal
Lejos de ser un hecho aislado, el raid se inscribe en una cadena diaria de ataques que EL DIA viene reflejando en sus distintas ediciones. En Los Hornos, por ejemplo, un joven de 31 años fue interceptado en 76 y 155 mientras volvía a su casa. Motochorros lo amenazaron con un cuchillo y le robaron la moto en segundos.
En Barrio Norte, vecinos denuncian semanas de terror: personas arrastradas, asaltos a metros de la comisaría y ataques reiterados protagonizados, según sospechan, por los mismos delincuentes.
En el Centro, una empleada de un kiosco de 54 y Diagonal 73 fue amenazada con un arma durante un robo. El asaltante escapó en una moto de alta cilindrada que lo esperaba a pocos metros.
La lista es larga y se renueva a diario. Comercios, estaciones de servicio, trabajadores, peatones, motociclistas. Nadie queda afuera. Con armas de fuego, cuchillos o la brutalidad del arrastre, los motochorros se mueven como dueños de la calle, alimentando una sensación de desprotección que atraviesa a toda La Plata.
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