Facundo Tello: un arbitraje correcto, sin nada que objetar

El hombre de negro, que estuvo presente en el Bosque, tuvo una buena actuación. Dirigió de cerca cada jugada, a rienda corta y no se dejó amedrentar. Amonestó a siete futbolistas

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El árbitro Facundo Tello (43 años), considerado como uno de los mejores del fútbol argentino, tuvo un trabajo correcto en el Juan Carmelo Zerillo. Se sabía de antemano la importancia del partido, donde Gimnasia y Estudiantes se jugaban el pase a la gran final.

Tello se mostró bien firme en sus decisiones desde el comienzo mismo del partido. En la primera jugada, Fernando Muslera tomó la pelota al borde del área, lo que generó la protesta de los jugadores de Gimnasia, que reclamaban que había sido afuera. Sin embargo, todo quedó ahí porque el asistente Nº 1 le confirmó que la jugada había sido lícita. Dirigió de cerca cada jugada y mostró personalidad a la hora de poner paños fríos, sobre todo, en la jugada en la que Barros Schelotto derribó a Santago Ascacibar, y éste lo fue a buscar y le tiró del pelo a la pasada. Fue a los 9 minutos del primer tiempo. Después, a los 11, mostró la primera tarjeta amarilla. Fue para Ezequiel Piovi, quien llegó tarde al cruce y sacudió la humanidad de Barros Schelotto.

Luego, hasta el final del primer capítulo, Facundo Tello controló las acciones con experiencia y amonestó criteriosamente a Alejandro Piedrahíta, a los 20, por una fuerte infracción sobre Piovi; al hijo del mellizo Guillermo (a los 34), por devolverle “gentilezas” a Ascacibar; a Juan Pintado (a los 36), por un patadón al colombiano Cetré. Y a Cristian Medina, que una violenta entrada sobre Max.

En el segundo tiempo, el árbitro volvió a marcar su postura ante cada intervención. Y amonestó bien a Núñez (a los 7) y al juvenil Domínguez (a los 28).

 

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