La presión cambiaria persiste y las reservas se pulverizan
Edición Impresa | 18 de Marzo de 2025 | 02:52

Lusi Varela
eleconomista.com.ar
En una semana que se presenta como muy compleja para el Gobierno, probablemente la más complicada de toda la era Milei, la plaza financiera argentina se desempeñó con fuerte presión cambiaria, importante caída de reservas en el Banco Central, bonos débiles, riesgo país en alza y con acciones mixtas.
Los datos oficiales que va entregando el Banco Central siguen incrementando la preocupación en los inversores. Los depósitos en pesos, que festejaban el carry trade, se estancaron. Los depósitos en dólares siguen en una barranca (ya de los bancos se fue el 14,3% de lo que había a fines de octubre) y por pagos de deuda o por intervención para que los dólares “libres” no suban más, las reservas se hundieron al menor nivel de los últimos seis meses.
El acuerdo que está en proceso con el FMI genera por el momento más inquietud que confianza. Sin que se conozca la letra chica, ni en montos, plazos o condicionalidades, muchos tenedores de fondos temen que se obligue a la Argentina a iniciar una nueva política cambiaria y son cada vez más los ahorristas que empiezan a ponerse de salida, generando gran inquietud por si el movimiento tiene un fuerte contagio.
Eso determinó que todos los dólares denominados libres (que en realidad están intervenidos) tuvieran otro fuerte incremento, colocándose en el valor más alto de los últimos seis meses, al punto de que la brecha cambiaria entre el Contado con Liquidación y el dólar mayorista se estirara hasta el 18%, un nivel que ya es considerado riesgoso hasta por el propio equipo económico.
Ventas y reservas
Después de la fuerte venta de dólares del viernes (US$ 474 millones), ayer la venta no fue tan grande (llegó a sólo US$ 56 millones), pero hubo un verdadero derrumbe en las reservas netas, que llegó nada menos que hasta US$ 755 millones, sin que desde el Banco Central especificaran cuánto de esa cantidad fue por pagos de deuda, por pagos a importadores o directamente por intervenciones para que el blue siga hacia arriba.
Esto se dio, además, en momentos en el que el economista Carlos Melconian dijo que el valor actual del dólar debería ser de $1.500, es decir el mismo valor que tocó en la primera semana de julio del año pasado, cuando el ministro de Economía Luis Caputo y el Presidente del BCRA Santiago Bausili se vieron obligados a dar una apurada conferencia de prensa, en la que inauguraron el dólar blend: “Venderemos en el CCL el 20% de lo que liquiden los exportadores”.
Y mientras el dólar tiene este nuevo corcoveo, con una marcada baja en las reservas, el país está a apenas 16 semanas de un nuevo pago a los bonistas (el próximo 9 de julio) y como no hay dólares en el BCRA, los bonos siguen planchados, y las acciones argentinas tampoco pueden recuperar la euforia del año pasado, a pesar de que ya se presentaron 62 balances trimestrales con cierre a diciembre con ganancias ciertamente mejores que las del último trimestre con los Fernández y Massa en el poder.
En el mercado cambiario local, de hecho, los contratos de dólar futuro siguen creciendo en montos y en precio: para febrero de 2026 ya se opera a $1.400. El dólar exportador se ubicó en $1.130,25. Y detrás de eso el dólar blue saltó $15 hasta $1.255, el Senebi saltó $15 hasta $1.270, el MEP subió $1.2,80 hasta $1.251,75 y el contado con liqui subió $11,54 hasta $1.255,36. Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 14% pero la del CCL con el mayorista saltó hasta el 18%.
Todo este escenario plantea dudas sobre lo que puede llegar a pasar con los títulos públicos argentinos. En consecuencia, hubo otra rueda con pocos negocios, es decir pocos interesados, por lo que los bonos argentinos perdieron otro 0,4% y el riesgo país subió 8 unidades hasta 747 puntos básicos.
En el mercado bursátil argentino, el volumen en papeles nacionales sigue apagado y mejoró algo lo que se opera en papeles extranjeros. Con $63.928 millones negociados en acciones y $107.396 millones en Cedears, la Bolsa de Buenos Aires subió 0,5% en pesos, pero bajó 0,7% medida en dólares. En tanto que los ADR argentinos estuvieron mixtos, con subas del 1% al 5% para Mercado Libre, IRSA, Molinos Agro, YPF y Loma Negra; con bajas del 1% al 3% para Supervielle, Pampa E, Macro, BBVA, Galicia, Central Puerto y Bioceres.
Por último, en commodities, todo siguió apuntando al refugio de los metales preciosos. Hubo una baja del 0,3% para el petróleo. Los metales básicos estuvieron mixtos. Los granos actuaron sostenidos en Chicago. Las criptomonedas siguen flojas, con leve baja para el bitcoin y precios ultraselectivos en el resto del panel. Y lo que vuela es el oro, que ya danza a casi US$ 3.010 y gran euforia en la onza de plata, que llegó a US$ 34,50, un precio que no se veía desde 2012.
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