La piel como lienzo: qué motiva a los platenses para hacerse tatuajes

Esta cultura está en expansión y cada vez más personas tienen al menos uno. De hecho, uno de cada tres argentinos está tatuado. A los vecinos de la Ciudad los impulsan distintas cuestiones: homenajes, arte, estética y más

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Homenajes, promesas, expresiones artísticas, estética, impulsos... Hace tiempo que los tatuajes dejaron de ser un símbolo de rebeldía para pasar a adornar la piel de uno de cada tres argentinos.

Así lo reveló el informe “Piel con Propósito, la Argentina Tatuada” realizado por la consultora Voices!: el 31% de los ciudadanos tienen al menos un tatuaje y siete de cada diez tienen más de uno.

“Por ahí te cuesta animarte a hacerte el primero, pero una vez que te lo hacés es como que no podés parar”, le dijo a EL DIA Juana, una platense de 29 años que lleva nueve diseños en su piel. “Empecé con uno chiquito donde vi que no dolía ni me arrepentiría con el paso del tiempo y decidí seguir”, detalló la joven.

Según indicaron desde la consultora, las mujeres, los jóvenes y los habitantes de Buenos Aires son los que más incurren en volver a hacerse tatuajes, “incluso la mitad de quienes hoy tienen tatuajes planea sumar algún diseño en 2025”, destacaron en el informe. Nuestra región está entre las que cuentan con un alto porcentaje de personas tatuadas.

Muchos, incluso, comparten ese deseo por seguir tatuando su cuerpo incluso sin tener algún diseño definido. “Tengo 10, y si contamos los dos que me tapé son 12. Justamente esta semana estaba planeando cuáles serán mis próximos. No hay límites, solo económicos”, expuso por su parte Mariana, vecina de Villa Elvira que tiene tatuada parte de la espalda, una pierna, brazos, la cintura, la muñeca y costillas.

“El primero me lo hice el día después que cumplí 18. Cuando era chica, solo te lo hacían desde esa edad, sino con permiso de algún adulto y mi vieja no me dejaba. Así que cuando los cumplí, fui y me tatué. Me hice dos el mismo día”, recordó la mujer, de 32 años.

“Por ahora solo me arrepentí de dos que fueron los que me tapé, uno porque hice una mala elección de la tipografía y con el paso de los años ya ni se leía, así que le puse un dibujo arriba. Y el otro porque hacía referencia a ciertas personas con las que ya no tengo relación y decidí ocultarlo bajo un dibujo de mi perra”, reconoció.

“Me arrepiento de uno que me hice en las piernas, que es mi fecha de nacimiento, porque ya no me gusta cómo queda”, apuntó por su parte Fernando, quien se tatuó por primera vez a los 19 años y hoy, a sus 30, ya reúne 11 diseños en su piel.

“En mi caso, la mayoría de mis tatuajes tienen un significado. Los próximos van a estar dedicados a mi familia y mis gatos”, adelantó.

Pero el significado no siempre tiene que tener una carga sentimental. Muchos diseños pueden significar algo para quienes se los hacen desde el punto de vista artístico o recordarles un momento especial de su vida. En ese sentido Mariana ejemplificó: “Tengo dos de Los Simpsons, que si bien no tienen una carga emocional, se trata de una serie que me acompañó durante toda mi vida”.

Homenajes y vínculos

El 26% de los encuestados aseguró que la elección de sus tatuajes corresponden a homenajes a familiares, amigos y mascotas y el 25% dijo que hacen alusión a vínculos afectivos, son diseños compartidos con parejas, amigos o familia.

Mientras que hay otros que no persiguen un fin sentimental, sino estético. Así lo confirmaron el 22% de los entrevistados. En tanto que el 21% confesó que lo hicieron por impulso y el 20% a modo de apoyo al arte del tatuaje.

“Tengo tres flores cerca del hombro que me las hice porque me gustan las florcitas y me gusta cómo quedan estéticamente. No tienen un significado más que ser bonitas”, reveló Denise (31) sobre sus tatuajes.

Si bien en su caso, la cuestión estética resulta sumamente relevante también apuesta al significado. Pero como mencionó otra de las entrevistadas “no tiene que ser algo profundo, sino algo que signifique mucho en mi vida, algo que cuando lo vea me ponga contenta, que diga ‘qué lindo’. Por más que para muchos sea una pavada, me basta con que signifique algo para mí. Por ejemplo, tengo un mate tatuado que no es muy profundo, pero es una parte fundamental de mi vida”, explicó la mujer, que es profesional de la salud.

Pero así como tiene esos diseños que tal vez para otros no signifiquen mucho, posee otros que tienen que ver con su identidad como el contorno de la ciudad en la que nació y se crió y un atardecer, que hace alusión a la ciudad en la que decidió vivir de grande. También se tatuó a la Luna y Saturno “porque a mí me representa mucho el espacio, porque era algo que tenía conectado con mi abuelo” y “una palabra que representa a una amiga que falleció”, detalló. El gusto por lo estético y lo sentimental se mezcla en el lienzo que conformó su piel.

Un arte de popularidad creciente

Otro de los aspectos sobre los que echó luz el informe fue la creciente popularidad de este tipo de arte, que dejó de ser algo para unos pocos como ocurría décadas atrás. Solo 2 de cada 10 personas creen que afecta negativamente la imagen de quien los porta.

“Cuando les preguntamos a los argentinos que nos compartan la primera imagen o palabra que les viene a la mente cuando mencionamos ‘tatuajes’, encontramos que cerca de un tercio señala palabras con connotación positiva (destacándose ‘arte’, ‘belleza’, ‘recuerdos’, ‘me gusta’), cerca de 4 de cada 10 mencionan palabras neutrales (tales como un diseño específico o una parte del cuerpo) y 3 de 10 indican palabras negativas (‘horribles’, ‘no me gustan’ o ‘dolor’, ‘daño’, ‘tóxico’)”, indicaron. Y agregaron: “Es interesante observar que las menciones neutrales reflejan un enfoque más descriptivo y menos emocional, lo que puede interpretarse como un indicio de normalización del tatuaje en la cultura argentina”.

La mitad de quienes hoy tienen tatuajes planea sumar algún diseño en 2025

 

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