Ser delivery en La Plata: al borde de la tragedia por ganarse el pan

A los riesgos que se exponen a diario se suma el flagelo de los falsos repartidores, que se disfrazan para asaltarlos

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Trabajar como delivery en La Plata, se volvió una tarea de alto riesgo. Si bien circular en moto por nuestra ciudad en algunos casos representa un riesgo de vida para quienes transitan a bordo -por el aumento de violentos robos de motocicletas y porque desde hace años son las principales víctimas fatales de siniestros viales-, en los últimos meses recrudeció el drama que viven los trabajadores de reparto, esos que ponen el cuerpo de día, de noche, de madrugada, llueva o no llueva. En moto o bicicleta. Todo por llevar el pan a casa.

Tras la pandemia, y a la fecha, el aumento de repartidores en La Plata ha sido notorio. Si bien muchos no suelen respetar las señales tránsito (problemática que este diario ha expuesto en varias oportunidades), lo cierto es que para otros se ha convertido en la principal fuente de ingreso económico, aunque en la actualidad sean consientes de que ser delivery -sobretodo en horas de la noche- es sinónimo de arriesgar su vida.

Estas páginas han contado un sinfín de episodios en el que los deliveries han sido blanco de violentos robos en donde muchas veces han estado al borde de la muerte. Es más, en los últimos meses muchos de estos ataques han sido perpetrados por “falsos repartidores”, esos que se cargan la mochila de reparto a la espalda, pero no para trabajar. Esta cruel paradoja genera indignación. Quienes, por unos pesos, enfrentan una amenaza constante: ser despojados de su herramienta de trabajo por delincuentes que se camuflan bajo el mismo uniforme.

La escena se repite en varios barrios, e incluso hasta en el pleno centro de la Ciudad: motos sin patente, con mochilas de aplicaciones, circulan de forma sospechosa. Los falsos deliveries atacan, roban motos, celulares y hasta las mochilas, muchas veces para seguir delinquiendo con esa misma apariencia. Una especie de efecto dominó que golpea a quienes menos tienen.

Cabe recordar que en febrero de este año decenas de repartidores se juntaron en Plaza Moreno para exigir medidas de seguridad, sin embargo, en medio de una ola delictiva que atraviesa a la Ciudad, parecen no tener una solución inmediata.

Un arma en la cabeza

El más reciente episodio bajo esta modalidad se reportó esta semana en 39 y 11, en donde un joven repartidor de 26 años fue víctima de dos falsos deliveries que lo abordaron a punta de pistola. Según pudo saber este medio, el denunciante contó que le pusieron el arma en la cabeza, lo obligaron a tirarse al piso y escaparon con su moto, una Keller 107 Cm3. de color roja.

De acuerdo a su relato, los implicados también viajaban con una mochila de reparto y fue luego de despachar un pedido en 17 y 44. Aparentemente lo siguieron. Las autoridades intentan esclarecer el caso.

 

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