Maradona: uno de los testigos pidió perdón

El juicio por la muerte de Diego Maradona vivió una de sus jornadas más tensas y humanas. El protagonista fue el doctor Sebastián Nani, jefe de cardiología de la Clínica Olivos, quien se quebró durante su declaración ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, luego de que se exhibieran mensajes suyos con el neurocirujano Leopoldo Luque, principal imputado en la causa.

“Es un chat coloquial e informal que carece de rigurosidad médica”, intentaba explicar Sebastián Nani. “Le pido a Maradona, les pido perdón a todos. Si hubiese sabido que esto iba a terminar así, que se iba a exponer, nunca hubiera hablado de esa manera”, dijo el jefe de Cardiología de la Clínica Olivos, donde Maradona fue operado de un hematoma subdural en la cabeza 22 días antes de morir.

El primero de los mensajes exhibidos data del 11 de noviembre de 2020, cuando Maradona fue dado de alta tras una cirugía por un hematoma subdural. En ese intercambio, Nani le escribió a Luque: “Listooooo, ahora es tu problema!!! Cualquier cosa ahí tenés el Austral más cerca!!”

Consultado por el fiscal, el cardiólogo intentó minimizar el tono del mensaje. Aseguró que fue una frase informal, y que con “problema” no se refería a Diego, sino a la logística del seguimiento médico en su casa de Tigre. Pero el interrogante ya estaba sembrado: ¿cómo se hablaba de Maradona puertas adentro?

La segunda conversación expuesta fue más incómoda. Con fecha del 7 de marzo de 2020, días después de unos estudios cardiológicos realizados en la Clínica Olivos, el diálogo fue más directo: “Mostro, tiene 20 kilos más que cuando te lo devolvimos. ¡Salí de ahí antes de que explote!”, le escribió Nani a Luque. “Come bien, dejalo jaja”, dijo el neurocirujano.

Interrogado al respecto, Nani se defendió con un gesto apesadumbrado: dijo que el comentario aludía al estado físico de Maradona en su última visita a la Bombonera como DT de Gimnasia. Pero ya era tarde: los mensajes habían hecho su efecto en la sala. Ante la cantidad de mensajes de ese estilo, el jefe de cardiología de Olivos admitió que su actitud estaba mal y pidió disculpas. “Esos chats fueron inapropiados. Reconozco que me equivoqué. Pido disculpas públicamente”.

Durante el final de su declaración, el cardiólogo explicó que vio a Maradona en tres oportunidades: en 2019, durante una cirugía de rodilla; en enero de 2020, para chequeos de rutina; y finalmente antes de la operación en la cabeza.