Kicillof-Cristina: la pelea de fondo va mucho más allá de lo electoral

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Por MARIANO PEREZ DE EULATE

mpeulate@eldia.com

No es sólo una cuestión electoral lo que enfrenta ahora formalmente a Cristina Kichner (y La Cámpora) con Axel Kicillof. Subyace atrás una pelea por el liderazgo “de lo que viene” en un peronismo ubicado en la vereda de la oposición nacional desde la irrupción de Javier Milei y, más profundo, la insinuación de la necesidad de reformular una forma de conducir a uno de los dos partidos de mayor preponderancia histórica, colonizado desde hace más de 20 años por lo que se conoce como kirchnerismo.

Desde el lunes, cuando Axel anunció que no acataría la presión de Cristina y decretó el desdoblamiento de las elecciones provinciales de las nacionales, en las mesas del peronismo se debate si el gobernador irá a fondo, si le dará el “piné”, la musculatura política para plantarse en serio frente a su exmentora.

UN NUEVO LÍDER

Aún cuando no tiene matriz justicialista y por supuesto es un producto político de la expresidenta, Kicillof intuye que el peronismo -el territorial, el sindical- está pidiendo un nuevo tipo de líder. Sergio Massa vio lo mismo cuando a Alberto Fernández le quedó enorme esa expectativa y arriesgó con la candidatura presidencial para quedarse con todo. Le fue mal pero, en verdad, no todos lo dan por muerto. ¿Candidato en octubre al Congreso? ¿Postulante a diputado provincial por la Primera Sección Electoral si decide enfrentar a Axel? Todo es especulación en estas horas.

Hay, si se quiere, una cierta certeza de que Kicillof tiene poco margen para la marcha atrás sin que sea leído como flojera, más allá de sus declaraciones de ocasión respecto a que quiere la unidad. Improbable que del otro lado la acepten, salvo que ellos pongan las reglas.

Por eso ayer corría la versión en la Legislatura de que el kirchnerismo insistirá con el proyecto de la senadora cristinista Teresa García para eliminar las Primarias y fijar las elecciones concurrentes en octubre (el mismo día para los capítulos provinciales y nacionales, con los dos sistemas: lista sábana y Boleta Única), sobre el supuesto de que le corresponde a la Legislatura fijar la fecha exacta de los comicios, no al gobernador que sí tiene potestad de convocarlos. Es un punto que está discutido entre los expertos.

 

“El kirchnerismo insistiría con el proyecto para eliminar las Primarias y fijar las concurrentes”

 

“Kicillof se dio cuenta de que con Cristina siempre será subordinación y valor; que, en algún momento, no sólo si quiere ser candidato a presidente en 2027 sino si pretende tener un horizonte en los próximos dos años que faltan para eso, desde la Provincia tiene que afirmarse como la expectativa del peronismo para las próximas presidenciales. Pero sin ser el ‘ahijado de’”, analiza el politólogo Gustavo Marangoni en diálogo con este diario.

CORREGIR ERRORES

Es la necesidad de “no volver a cometer el mismo error”, que agitan los kicillofistas en la intimidad en alusión a las últimas candidaturas apadrinadas por Cristina: en 2015 la de Daniel Scioli, en 2019 la de Alberto Fernández y en 2023 la de Massa. De alguna u otra manera, todas terminaron mal. O por la derrota o por la debacle en la gestión. “Axel ya no puede quedarse a mitad del río porque le van a jugar fuerte”, vaticina Marangoni. Lo que dispara un interrogante: ¿se reformulará, pues, la oposición en la Legislatura antes de las elecciones o será posible la convivencia surcada por la tensión? Misterios.

Munidos del latiguillo “Axel rompió con Cristina” por lo del desdoblamiento, voceros oficiosos de La Cámpora “amenazaban” con abandonar el gabinete provincial, donde tienen buena presencia en primeras y segundas líneas y manejan buenos recursos. ¿De verdad? Más allá de un amague, no se lo hicieron a Alberto cuando firmó el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), suerte de herejía ideológica. Ministerios como Justicia, Medio Ambiente, Salud (IOMA incluido), Instituto Cultural y otros organismos son manejados por gente que no responde a políticamente a Axel sino a Cristina y a su hijo Máximo, titular del PJ bonaerense.

En el kicillofismo también hay talibanes. Son los que dicen que el gobernador debería tomar la iniciativa y pedir renuncias si en los próximos días se acrecienta la hostilidad cristi-camporista y al final se cristaliza el enfrentamiento en las urnas entre los dos bandos. Sea en Primarias, pautadas para julio en caso de que la Legislatura no las suprima, o directamente en septiembre para dirimir la re-confección de la política provincial.

Final abierto.

Axel Kicillof
Cristina Kirchner

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