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La jornada había comenzado como tantas otras. Con el sonido del silbato, la humedad en el aire y los nervios contenidos detrás de unas antiparras bien ajustadas. Matías Bottoni, nadador rosarino de 17 años, esperaba su turno con la tranquilidad que dan los años de experiencia. Estaba en una competencia en el Parque Olímpico de Buenos Aires. Había entrenado, estaba listo. Nadie imaginaba que esa zambullida sería distinta a todas.
El reloj marcaba la cuenta regresiva. Los jueces daban las últimas indicaciones mientras el precalentamiento se daba. Matías se paró al borde del andarivel número uno. Respiró profundo. Miró al frente. En segundos, el llamado al inicio lo impulsó hacia adelante. Pero algo salió mal. Muy mal.
Bottoni se lanzó como tantas otras veces lo había hecho. Su cuerpo cortó el aire con la precisión de quien ha entrenado miles de horas. Pero al contacto con el agua, todo cambió en un instante. En pleno calentamiento, otro nadador ingresó al mismo andarivel. Un cruce desafortunado, un cálculo involuntario. En una fracción de segundos, las cabezas de ambos colisionaron bajo el agua. Matías se llevó la peor parte. El impacto fue seco, brutal, y lo dejó inmóvil de inmediato.
💔 HABLÓ LA MAMÁ DE MATÍAS BOTTONI
— De12a14 (@De12a14) May 12, 2025
“Matías está estable. Lo van a trasladar a terapia intensiva. Nos dijeron que no hay posibilidad de que vuelva a caminar”, contó su mamá, con profundo dolor.
Matías, el joven nadador rosarino de 17 años, sufrió una grave lesión cervical… pic.twitter.com/SkOZZRHYhP
“No podía mover ni piernas ni brazos”, relataría más tarde su entrenador, Gustavo D'Andrea, todavía con la voz temblorosa por el recuerdo. Fueron segundos eternos. Quienes estaban allí corrieron a sacarlo del agua. El cuerpo de Matías flotaba, inerte, como si se hubiese rendido ante una fuerza mayor. Pero aún respiraba.
La ambulancia no tardó, pero cada minuto era crucial. Fue trasladado de urgencia al Hospital de Urgencias de Córdoba. Los estudios confirmaron lo temido: fractura de vértebras cervicales. Su médula estaba comprometida. Su cuerpo, hasta entonces entrenado para resistir, para impulsarse, para flotar y vencer la resistencia del agua, había quedado atrapado en una parálisis que aún no tiene certezas.
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Desde la cama del hospital, Matías comenzó una batalla diferente. Una que no se gana con brazadas, sino con fe, apoyo y ciencia. Su entorno, devastado, se movilizó. Compañeros de natación, entrenadores, familiares y amigos iniciaron cadenas de oración, colectas y campañas para apoyar económicamente su tratamiento.
"Se fracturó la sexta vértebra cervical y, seguro, tendrá daños permanentes. Lo están operando para que, básicamente, tenga la cabeza estable, pero el daño medular es irreversible", explicó el papá ante el primer parte del cirujano y su madre agregó: "Tenemos que esperar que salga bien de la operación, tiene una lesión extremadamente grave, no puede mover la mitad del cuerpo, quedó paralizado".
En Rosario, la noticia golpeó fuerte. Bottoni no era solo un nadador; era un referente, un tipo querido en el ambiente, uno de esos que deja huella. “Esto le podría haber pasado a cualquiera”, repetían quienes aún no comprenden cómo un error de cálculo, una falla en la seguridad o simplemente el destino, pudieron cambiar así el rumbo de una vida.
Mientras tanto, en el Hospital, Matías sigue peleando. No se rinde. Su espíritu de atleta, ese que lo llevó una y otra vez a lanzarse a la pileta, permanece intacto. Su cuerpo espera. Sus amigos esperan. Rosario espera.
Ante este durísimo escenario, la comunidad rosarina se unió en una campaña solidaria para ayudarlo. Desde este lunes se organizó una colecta económica para colaborar con los costos del tratamiento en el Hospital Italiano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la rehabilitación y el posible traslado a centros especializados: ¡un total de 60 millones de pesos! Familiares y amigos abrieron una cuenta bancaria para quienes puedan aportar su grano de arena. También se están planificando eventos y rifas a beneficio.
Según informaron los familiares del adolescente ayer el mediodía, la intervención quirúrgica en el Hospital Italiano porteño "salió bien" y además indicaron que la obra social les confirmó que de ahora en adelante se hará cargo de los gastos médicos de la internación.
Mientras tanto, él sigue luchando. Desde la cama del hospital, sin poder moverse, pero con la entereza de un joven que no se rinde. Su vida cambió en un instante, sí. Pero también cambió la de todos los que lo rodean, que ahora encuentran una nueva causa: ayudarlo a volver.
El agua, alguna vez su aliada, le dio un zarpazo injusto. Pero Matías aún no ha dado su última brazada. Y Rosario entera lo está esperando.
En caso de que querer realizar una donación para la cirugía de Matías Bottoni, se deberá hacer al siguiente CBU:
Una vez realizada la transferencia, se solicita enviar el comprobante por correo electrónico a dos direcciones: cuentas.corrientes@hospitalitaliano.org.ar y lucianobottoni1977@hotmail.com.
En el correo, el Asunto debe ser “Colecta Mati Bottoni”, y en el mensaje se deben incluir los datos: Bottoni Matías Tomás, DNI 48.254.872. Este procedimiento asegura que los fondos se acrediten directamente en la cuenta destinada para su tratamiento.
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