El niño Faustino Oro cerca de la hazaña en uno de los torneos más exigentes de ajedrez: a un punto de su primera norma para ser Gran Maestro

Faustino Oro, el asombroso prodigio argentino del ajedrez de 11 años, está a punto de lograr otra hazaña notable: conseguir su primera norma para el título de Gran Maestro. Compitiendo en el exigente torneo Sharjah Masters en los Emiratos Árabes Unidos, solo necesita sumar un punto en sus dos partidas restantes para alcanzar este importante hito. Esto lo podría lograr empatando ambas partidas, o ganando una y perdiendo otra.

El Sharjah Masters, que comenzó el 17 de mayo y finaliza este domingo, ha reunido a 82 ajedrecistas, incluyendo 64 Grandes Maestros de 31 naciones. "Fausti", como lo llaman sus familiares y amigos, o "Chessi" —un apodo que le dio la leyenda del ajedrez Garry Kasparov— es el único participante argentino.

A pesar de haber llegado con un Elo de 2454, ligeramente por debajo del mínimo de 2500 requerido, su desempeño ha sido sencillamente espectacular. Ya ha ganado más de 17 puntos de Elo, con una actuación cercana a los 2633 puntos, un nivel que supera a muchos Grandes Maestros ya consagrados.

Lo que distingue a Faustino es su increíble velocidad de aprendizaje. Lo que a muchos les toma años en asimilar, él lo domina en apenas semanas o meses. Su padre, Alejandro, subraya la importancia de apoyar el disfrute de Faustino por el juego, asegurándose de que siga siendo un placer y no una carga.

Avance en el Torneo y el Camino por Delante

Faustino comenzó el torneo en el puesto 81 de la preclasificación, pero ha escalado hasta el 25º, manteniéndose invicto con 4 puntos, producto de 1 victoria y 6 empates. Actualmente, se encuentra a 1.5 puntos del líder, Anish Giri de Países Bajos, y a 1 punto de los escoltas.

Hasta ahora, Faustino se ha enfrentado a siete Grandes Maestros sin sufrir ninguna derrota. Derrotó a Mahammad Muradli de Azerbaiyán y empató contra fuertes oponentes de Turquía, Azerbaiyán, India, Bielorrusia, Rusia y Vietnam.

En su penúltima partida, Faustino, con piezas negras, se enfrentará mañana a Ivan Zemlyanskii, un joven Gran Maestro ruso de solo 15 años. Una victoria en este encuentro le bastaría para asegurar su primera norma de Gran Maestro. En caso de una derrota, se vería obligado a ganar la última partida. Un empate mañana implicaría que también deba empatar la siguiente partida el domingo para alcanzar este objetivo crucial. Para ser reconocido oficialmente como Gran Maestro, Faustino necesitará conseguir dos normas similares más en futuras competiciones, según lo exige la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).
Superando Desafíos y Mirando al Futuro

El primer cuatrimestre del año fue un período de aprendizaje difícil para Faustino, ya que sufrió algunas derrotas en torneos en Países Bajos, Túnez y Uruguay. Estos contratiempos provocaron una caída temporal de 24 puntos de Elo, reduciendo su rating a 2423. Sin embargo, demostró una notable resiliencia, recuperando rápidamente su forma con destacadas actuaciones en los Open de San Vicente del Raspeig (Alicante) y Menorca entre abril y mayo. En ambos eventos, se quedó a media unidad de lograr una norma de Gran Maestro, pero aún así sumó 25 puntos de Elo.

El siete veces campeón argentino Diego Flores comentó sobre el progreso de Faustino, señalando que, si bien los torneos anteriores quizás no fueron ideales para buscar normas, contribuyeron significativamente a su desarrollo. Flores confía en que Faustino está destinado a convertirse en Gran Maestro y, potencialmente, en uno de los mejores jugadores del mundo, independientemente de si rompe récords o no.

El ascenso meteórico de Faustino en el mundo del ajedrez es particularmente asombroso, considerando que descubrió el juego durante la pandemia y comenzó a competir en septiembre de 2020. En menos de seis años, ya se ha posicionado entre los diez mejores ajedrecistas argentinos.

Sharjah, a menudo celebrada como la capital cultural del mundo árabe, podría convertirse pronto en otro hito significativo en el increíble viaje de Faustino Oro por el mundo del ajedrez. Su talento innato y su rápido progreso continúan marcando la diferencia, demostrando que, a pesar de su corta edad, posee una fuerza innegable en el tablero.