Siguen las quejas por el agua acumulada en calles de la Región
Edición Impresa | 30 de Mayo de 2025 | 01:50

Caiga un diluvio o sean cuatro gotas, las complicaciones aún están. Se forman grandes charcos que permanecen varios días en esquinas y calles de nuestra zona. La causa principal, según los vecinos, es clara: “Están tapados los caños de las redes de desagües”. Y ahora también aluden, en esta temporada otoñal, “a las montañas de hojarasca que no se retiran y que terminan tapando las bocas de tormenta”.
A su vez, en gran parte de la periferia, que no cuenta con redes de desagüe, los vecinos le apuntan a la inexistencia de una red eficaz de zanjas o, en todo caso, a la existencia de zanjas que nunca son canalizadas suficientemente y que “sólo sirven para actuar como embalses para el agua de lluvia”. Allí el agua no corre, se acumula y termina cubriendo a las calles por completo.
En las últimas jornadas, posteriores a las muchas que ocupó la última tormenta, se conocieron reclamos de vecinos de 25 y 500, por la gran acumulación de agua en esa esquina, que terminó originando “una suerte de cráter peligroso que pone en peligro a peatones y vecinos”.
A su vez, en la esquina de 29 y 450 vecinos del Barrio Martín Fierro protestaron por la tardanza en finalizar una obra hidráulica que allí se ejecuta y pidieron que “se profundice mediante una máquina retroexcavadora la red de zanjas de esa zona, ya que carecen de ancho y profundidad suficientes para desagotar los excedentes de agua”.
En Gonnet Bell sobre la calle Lacroze en la esquina de 15 bis, entre los caminos Centenario y Belgrano, corre desde hace años lo que ellos llaman “el río de Lacroze”. Se trata de una virtual espejo de agua de cerca de cien metros de largo, que va de cordón a cordón, que impide el paso de los peatones y que obliga a los automotores a cruzarla con mucha lentitud para no mojar el motor. “Algunos pasan rápido y nos empapan...”, dicen los vecinos, que atribuyen el problema a cañerías públicas tapadas y también a alguna pérdida en la red de distribución. “Aunque acá, paradójicamente, seguimos dependiendo de los bidones que nos entrega la delegación, porque el abastecimiento de agua en Gonnet sigue sin funcionar o funciona en forma pésima”.
Y una laguna parecida, profunda y difícil de atravesar, se produce en la esquina del Club Banco Provincia, en 476 y 20 de City Bell, “en donde las bocas de tormenta dejaron de funcionar porque están tapadas hace años”, según detallaron los frentistas.
En algunas oportunidades desde la empresa se ha señalado que algunos vecinos tiran cualquier cosa bajo las tapas de registro ubicadas en las esquinas. Entre otros elementos, bolsas de residuos, pelotas de tenis y hasta perros muertos. De estas inconductas ciudadanas y de la necesidad de educar a los habitantes para una buena convivencia se ha hablado siempre. Pero ello no impide reclamar de la empresa responsable trabajar para que las redes de desagües pluviales sirvan para aliviar las situaciones que se presentan. No para complicarlas más.
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