“El delito marca el Norte”: noches inseguras y alarma en City Bell

La zona norte de La Plata continúa bajo asedio de una ola de inseguridad que ha generado preocupación y temor entre sus vecinos. Los delitos, que van desde robos en viviendas hasta violentas entraderas, se han convertido en una constante que mantiene en vilo a localidades como City Bell, Villa Elisa y Gonnet. Puertas reforzadas, alarmas y rejas ya no alcanzan: el miedo se cuela por cualquier rendija, sobretodo cuando llega la madrugada, ya que la situación de vulnerabilidad se siente muy fuerte en ese sector de la Ciudad.

Uno de los más recientes episodios tuvo lugar en un domicilio ubicado sobre la calle 472 al 3700, entre 132 bis y 133, a pocos metros del country de Estudiantes de La Plata. De acuerdo a lo revelado por fuentes policiales, los propietarios de la vivienda -cuando despertaron- advirtieron en las primeras horas de ayer un escenario inquietante: varios elementos desordenados y herramientas faltantes.

Al revisar el lugar, la familia damnificada constató el robo de varios elementos de valor que incluyó desde electrodomésticos, hasta herramientas de trabajo como una amoladora, dos agujereadoras, un martillo, un destornillador y una valija— además de ropa. Según consta en la denuncia, un delincuente habría ingresado por el paredón trasero que conecta con unos dúplex que dan a la calle 133, lo que evidencia un conocimiento previo del terreno.

Quedó filmado

De acuerdo a lo informado por la pesquisa, más tarde, al revisar las cámaras de seguridad de su propiedad, la familia damnificada descubrió que el robo había ocurrido cuando aún era de madrigada. En las imágenes, según se reveló, se pudo ver claramente a un sujeto ingresando al predio y llevándose los objetos mencionados. Al momento de radicar la denuncia, las víctimas se comprometieron a aportar dichas filmaciones a la dependencia policial.

Como se mencionó, este nuevo ataque se produce en un contexto alarmante para los vecinos de la zona norte quienes vienen denunciando una ola de robos domiciliarios que parecen replicarse con un patrón común: sujetos que ingresan por zonas traseras o medianeras, actúan con rapidez y se retiran sin ser detectados. En muchos casos, los delincuentes aprovechan las primeras horas de la mañana o la madrugada, cuando las víctimas descansan.