No era un sueño pesado: tenía a un ladrón al lado
Edición Impresa | 6 de Mayo de 2025 | 02:13

La madrugada de este lunes se tiñó de tensión y violencia en una vivienda de la calle 30 entre 62 y 63, cuando un delincuente ingresó sigilosamente mientras una pareja dormía, perpetrando así un audaz robo que derivó en un forcejeo con el dueño de casa y una posterior fuga a la carrera.
Todo ocurrió alrededor de las 04.10 de la madrugada. En la aparente calma del descanso nocturno, un movimiento dentro de la habitación despertó al propietario de la vivienda, quien al abrir los ojos descubrió una figura agazapada junto a su cama. Se trataba de un hombre de entre 35 y 40 años, de tez trigueña, con barba, que vestía una campera oscura. El intruso había logrado entrar a la casa sin que la pareja, hasta ese momento sumida en el sueño, pudiera percibirlo.
Instintivamente, el dueño de casa se levantó de un salto y tomó al delincuente por la ropa, dando inicio a un forcejeo que se extendió desde el dormitorio hacia el living. En medio del caos, el ladrón logró zafarse y escapar por una ventana.
Ya en el patio, trepó un tapial y huyó del lugar, dejando atrás parte del botín y una prenda que podría ser clave: una capucha que se le desprendió en medio de la trifulca y que ahora será parte de la investigación policial.
Al revisar el interior de la vivienda, las víctimas constataron que el delincuente había logrado hacerse con dos billeteras, una de ellas de cuero marrón propiedad del denunciante, que contenía documentos personales, tarjetas bancarias y una suma de cincuenta mil pesos en efectivo.
La segunda billetera, perteneciente a su esposa, también fue sustraída y contenía documentos, tarjetas y treinta mil pesos.
Además, cerca de la ventana por la que se dio la huida, el dueño de casa encontró su computadora netbook y una balanza, ambas pertenencias envueltas en un buzo que reconoció como propio como si se tratara de un paquete, presumiblemente preparado por el intruso para llevárselo antes de ser sorprendido.
El personal del Comando de Patrulla arribó al lugar y se llevó la capucha hallada como posible evidencia. La investigación continúa y se espera que, con estos elementos, se pueda identificar al autor del hecho.
La escena dejó no sólo pérdidas materiales, sino también el estremecimiento lógico de haber vivido un episodio de inseguridad tan directo y violento.
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