Una testigo marcó a un cuidacoches que para en el barrio

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Una mujer que vive en la zona del asesinato depositó sus sospechas en un cuidacoches, que es habitué de los conflictos y mostraría actitudes muy extrañas.

“Cada vez que hay un problema, desaparece unos días y después regresa”, explicó.

“Es violento y le tenemos miedo. A veces anda con otro”, expresó ante la Policía.

Según contó la vecina, “hace unos 10 o 15 días lo vi que estaba con la cara lastimada y que le faltaban todos los dientes de arriba. Como si alguien lo hubiera agarrado a trompadas”.

Esa misma persona “se metió en el departamento de Pablo -por Mieres- y me resultó muy extraño, porque Pablo no era de juntarse con ese tipo de personas, el era una persona muy buena, muy tranquilo, nunca lo vimos con malas juntas y mucho menos juntarse con los trapitos”, agregó.

El apuntado dormiría debajo de la vía, a la altura de 115 entre 45 y 46 y tendría unos 40 años.

Demás está decir que en el barrio hay mucha consternación y dolor por lo sucedido. También fuertes pedidos de justicia.

 

 

 

crimen del estudiante
Pedro Pablo Mieres

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