Bahía Blanca: hospitales privados, cerca del colapso financiero

Representantes de los principales nosocomios locales alertaron que no pueden pagar sueldos ni aguinaldos. La crítica situación se agravó por la inflación, el retraso en pagos y la falta de subsidios.

Los principales hospitales privados de Bahía Blanca atraviesan una crisis económica sin precedentes. La falta de fondos, el aumento desproporcionado de costos y el atraso en los pagos de las obras sociales dejaron al borde del colapso a instituciones fundamentales para la salud local. El conflicto, que se agrava desde principios de 2024, fue expuesto en una reunión convocada por el diario La Nueva, donde los directores de los nosocomios expresaron que no están en condiciones de pagar el aguinaldo ni los sueldos de mayo.

“Creemos que ningún hospital se encuentra, hoy, en condiciones de pagar el aguinaldo. Incluso, estamos con problemas para abonar el sueldo de mayo. Son dos cuestiones que aún no resolvimos, pero es la realidad que debemos afrontar”, expresaron.

La declaración deja al descubierto una situación estructural alarmante. Los hospitales aseguran que, desde hace meses, deben recurrir a créditos bancarios o vender bienes no hospitalarios para cubrir los sueldos. “El banco te puede conceder 500 o 600 millones de pesos, pero ya no te puede dar 1.000 más o 500 M más. Por eso llegamos a una situación de quiebra. Es la realidad de todos los hospitales”, agregaron.

Las distorsiones en el sistema comenzaron con el fuerte incremento de los costos operativos, que no fueron acompañados por las actualizaciones de PAMI e IOMA, las principales obras sociales. “No somos una empresa de salud sino una fundación. Hoy no es que no ganamos plata, que no es el objetivo, sino que no podemos cubrir los costos”, afirmó el Dr. Claudio Pastori, secretario general de la Asociación Médica de Bahía Blanca.

La inflación acumulada del 244% entre noviembre de 2023 y abril de 2025, según el INDEC, impactó severamente en los costos médicos. “En muchos casos estamos hablando de subas del 350%, en medicamentos del 500% y en descartables del 597%”, explicó el Ing. Paulo Garat, del Hospital Italiano. Mientras tanto, las obras sociales pagaban a 60 o 90 días y sin ajuste acorde.

En marzo, la paritaria salarial tuvo un pico del 45,6%, mientras que el programa FESCAS dejó de abonarse en diciembre. “La cadena de pagos comenzó a estirarse. No dejamos de pagar, pero el impago a proveedores ya forma parte de esta crisis”, detalló Garat.

Los responsables del Hospital Privado del Sur, el Hospital Español, el HAM y el Hospital Italiano coincidieron en que la situación se volvió insostenible. “Trabajamos con dos obras sociales, PAMI e IOMA, que paradójicamente son estatales pero no nos subsidian”, advirtió Daniel Canadea, gerente del Hospital Español. “Cuando los sueldos aumentan más que los pagos del PAMI, como pasó en marzo de 2024, el déficit se vuelve irrecuperable”, sostuvo.

El Dr. Gustavo Salum, director del HAM, detalló que mientras la inflación fue del 11,8% en los últimos meses, PAMI sólo incrementó sus pagos un 4,6% y las prepagas un 7,5%. “Y no tenemos un interlocutor válido a quien dirigirnos”, lamentó.

Las recientes inundaciones del 7 de marzo agravaron aún más la situación. El Hospital Privado del Sur sufrió pérdidas millonarias: “Se destruyó completamente el área técnica y la subestación eléctrica. Hasta el momento se gastaron $150 millones en reparaciones”, informó la Lic. Ana María Ríos.

Pese a los aportes que realizaron estos hospitales para sostener la atención mientras el Hospital Penna quedó inoperativo, aún no recibieron compensación alguna. “Todos los meses se suman las pérdidas. En el año ya estamos en $1.000 millones. ¿Qué va a pasar con los hospitales? Si esto sigue así, vamos a terminar en quiebra”, advirtieron.

El acceso al financiamiento también es limitado. “El Hospital Privado del Sur está concursado y no puede tomar créditos. Esto hace todo más complejo”, dijo Ríos. Y añadió: “En junio tendremos otro bache, porque durante un mes trabajamos con pocas prestaciones y eso impactará en la facturación”.

Desde la Asociación Médica explicaron que el déficit del sistema hospitalario no es nuevo, pero hoy no hay margen de maniobra. “Venías perdiendo, incumpliendo obligaciones, y ahora tenés que incumplir otras que afectan el normal desenvolvimiento”, planteó el abogado Mariano Avale Yrigoin. “El financiamiento bancario ya está al límite. Estamos en una situación eventual de no poder continuar”.

El sistema se encuentra atrapado en una lógica donde los hospitales no pueden fijar sus precios. “El precio nos lo ponen las obras sociales. Entonces estamos cautivos de una problemática sin solución”, añadieron.

Mientras la inflación se desacelera, los efectos arrastrados siguen latentes. “Hoy es más barato tener una cama vacía que trabajar a pérdida”, reconoció Pastori. La demanda también cae: “Hay una baja del 17 al 20% en las prestaciones, porque mucha gente migró al sistema público”, comentó Salum.

Más de 5.000 familias dependen del sistema privado de salud en Bahía Blanca, entre empleos directos e indirectos. La situación preocupa a las autoridades sanitarias: “Si alguno de los hospitales pierde capacidad de respuesta, el Municipal no va a poder sostener la demanda”, advirtió Pastori.

Los hospitales sostienen que el valor que pagan las obras sociales por internación no se condice con los costos reales. “Un día de internación lo pagan como si fuera una noche de hotel dos estrellas”, ejemplificaron.

El desfase entre ingresos y egresos es crítico: “Entre febrero y hoy, los sueldos aumentaron un 138% y PAMI solo un 71%. Ese 50% de diferencia es nuestro déficit actual”, graficó Canadea.

La advertencia es clara: “Si esto sigue así, en seis meses o un año, el sistema colapsará. Esta es la realidad que la sociedad debe conocer”, concluyeron.

 

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