Huracán vivió una nueva decepción en el Madre de Ciudades

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Otras vez Huracán se quedó a las puertas de la gloria mirando el festejo ajeno. Al Globo se le sigue negando ese gran festejo que vivió en 1973 de la mano del “Flaco” Menotti con un equipazo que quedó en la memoria de los futboleros con cracks como Miguel Brindisi, René Houseman, Carlos Babington más el aporte de la experiencia de Alfio Basile, el liderazgo de Jorge Carrascosa, los goles de Roque Avallay y la inteligencia de Omar Larrosa.

Más allá de haber ganado la Copa Argentina de 2014 -aún en la B Nacional y sin chances de ascender ese año- y la Supercopa Argentina del año siguiente, al Globo se le fue negando la gloria de una liga. Le pasó cuando sucumbió ante Independiente con una tremenda goleada 4-0 en el ‘94, cuando al Rojo justamente lo dirigía Brindisi.

Le volvió a pasar en 2009, cuando “los ángeles de Cappa” perdieron el título a manos de Vélez, otra vez en la última fecha, con un arbitraje de Gabriel Brazenas que cualquier quemero cuestiona más de 15 años después.

En tiempos cercanos, otra vez el pueblo de Parque Patricios se codeó con la gloria. En diciembre pasado, perdió en la última fecha frente a Vélez y vio otra vez en vivo un festejo ajeno, luego de haber comenzado el año comprometido con el descenso y lograr llegar a la última fecha con chances de llegar al título, al igual que Talleres y el Fortín que se quedó con el campeonato. Y ayer, nuevamente, tuvo su chance. Hasta llegó a la final como favorito por su regularidad, pero chocó con el hambre de Platense.

Ayer, en la derrota, el entrenador quemero Frank Darío Kudelka dio la nota ya que cuando pasó a recibir la medalla de plata por el subcampeonato -más allá de la decepción por la derrota- tuvo un accionar que no pasó desapercibido para el público presente y que no escapó a las cámaras de TV: tomó la medalla y la besó.

 

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