Gobernadores vs. Nación: el giro de Francos que revela una negociación inevitable
Edición Impresa | 14 de Julio de 2025 | 04:55

Denise Chmois
El Senado dio media sanción a dos proyectos impulsados por los 23 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño. La votación acumuló 56 votos afirmativos y uno negativo en la tensa sesión. Las iniciativas buscan reducir la discrecionalidad del Gobierno nacional en el manejo de fondos, argumentando que los recursos pertenecen a las provincias y que la Nación actúa como un mero administrador. Además, aseguran que los proyectos no afectarán el equilibrio fiscal.
- Eliminación de Fondos Fiduciarios: uno de los proyectos propone eliminar los fondos fiduciarios que se financian con el Impuesto a los Combustibles Líquidos. Los recursos se redistribuirían de la siguiente manera: 57,02% para las provincias, 14,29% para el Tesoro Nacional y 28,69% para el Sistema Único de Seguridad Social.
- Aportes del Tesoro Nacional (ATN): el segundo proyecto busca incorporar los ATN a la masa coparticipable. Esto significa que se repartirían de forma diaria y automática, de acuerdo con la ley de coparticipación federal.
La postura del Gobierno
Previo a la media sanción, Javier Milei había apuntado contra los gobernadores, acusándolos de querer “romper todo” y “destruir al Gobierno nacional”. Durante la sesión en el Senado, ratificó en un discurso en la Bolsa de Comercio: “Vamos a vetar. Y si aún se diera la circunstancia de que el veto se cae, lo vamos a judicializar”.
No obstante, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien había participado en negociaciones previas con los gobernadores sin llegar a un acuerdo, adoptó un tono más conciliador. “Con algunos vamos a tener acuerdos electorales. Las posibilidades de conversación están siempre abiertas”, manifestó Francos. Y añadió: “No todos los gobernadores son lo mismo. Hay gobernadores que se dedican a gastar y otros que son más serios en la administración de los recursos públicos”.
La conversación con los gobernadores se presenta como una necesidad ineludible para el Gobierno nacional. A corto plazo, el objetivo es sostener el veto presidencial y construir acuerdos de cara a las elecciones de octubre. Sin embargo, en un contexto más amplio, el oficialismo carece de mandatarios provinciales propios y tiene una representación mínima en el Congreso, lo que lo obliga a negociar.
Las elecciones intermedias no solucionarán este problema. Por un lado, solo se renovarán dos gobernadores (y La Libertad Avanza hará el intento por obtenerlos). Por el otro, aunque con buenas proyecciones para las elecciones nacionales, continuará sin la mayoría legislativa necesaria para avanzar en sus iniciativas de forma unilateral.
El camino aún es largo y el escenario político no se modificará lo suficiente como para romper con los gobernadores. Las declaraciones de Francos son una primera señal del inevitable acercamiento entre Nación y las provincias.
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