Una marcada sospecha de consumo de esteroides anabólicos
Edición Impresa | 29 de Julio de 2025 | 01:42

El volumen de su cuerpo que se había engrosado en el último tiempo de manera desproporcionada habría sugirió la sospecha que Alejandra “Locomotora” Oliveras podía estar consumiendo algún tipo de esteroides anabólicos, que fue desmentido por sus familiares.
El neurocirujano Alejandro Musacchio, del Hospital José María Cullen de Santa Fe, confirmó que el accidente fue consecuencia de una patología vascular no controlada, con una ocluón severa de la carótida derecha, que obligó a realizarle una craniectomía descompresiva para aliviar la presión cerebral.
En programas de televisión como radiales se planteó una posible conexión con el consumo de anabólicos. Se señaló que la impresionante masa muscular de Oliveras haría sospechar del uso de esteroides, sustancias que pueden provocar alteraciones en lípidos, aumento de la presión arterial y riesgos reales de ACV.
Muchos cuestionaron la versión. “Me gustaría ver al nutricionista que la atiende para que tenga semejante masa muscular sin haber tomado nunca anabólicos”, dijo un reconocida periodista del ambiente televisivo.
Además se advirtió por parte de especialista que los efectos de los esteroides no desaparecen con su uso ya que “el cuerpo tiene memoria”, y a largo plazo pueden generar malfunciones en el metabolismo del colesterol y vasos sanguíneos.
Además, trascendió que “Locomotora” habría sido sometida una semana antes a una cirugía de reconstrucción mamaria.
El tipo de ACV que sufrió Oliveras (isquémico) es uno de los más frecuentes, y que factores como golpes crónicos en el cuello, consumo de anabólicos y la herencia, suelen estar detrás de estas lesiones.
El caso de la “Locomotora” se enmarca en una realidad mayor. En Argentina se producen entre tres y cuatro ACV cada minuto.
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