Relaciones más “artificiales”: las funciones con IA se apoderan de las redes
Edición Impresa | 6 de Julio de 2025 | 05:39

Ya no se trata solamente de subir una foto o publicar una historia. Las redes sociales están mutando, y los jóvenes son los principales protagonistas de esa transformación. Detrás de cada “me gusta”, de cada video editado al detalle, o de cada feed que parece hecho a medida, hay una presencia silenciosa pero poderosa: la inteligencia artificial.
En un ecosistema cada vez más moldeado por algoritmos, la IA se volvió el motor invisible que decide qué vemos, cómo lo vemos y hasta cómo nos mostramos. El primer contacto con estas funciones suele ser lúdico: filtros de belleza, máscaras en realidad aumentada, efectos visuales que cambian por completo un rostro o un fondo. Pero lo que antes era una curiosidad técnica, hoy se convirtió en parte del ADN cotidiano de aplicaciones como Instagram, TikTok o Snapchat.
Una de las funcionalidades que más atrae a los adolescentes son los chatbots integrados. El caso de “My AI” en Snapchat es paradigmático: más de 10.000 millones de mensajes fueron intercambiados entre usuarios y este asistente virtual. Lejos de limitarse a respuestas mecánicas, estos bots se convierten en confidentes, en asistentes de tareas y hasta en supuestos “amigos” con quienes mantener una conversación constante. Meta, por su parte, ya desplegó su propio sistema de IA en Instagram y Facebook, permitiendo desde generar imágenes a pedido hasta responder preguntas o explicar conceptos.
La inteligencia artificial también se cuela en lo que parece más inocente: el scroll sin fin por el feed. Las plataformas ajustan al milímetro qué contenido mostrar, cuándo y a quién. TikTok lo hace con su famoso algoritmo “For You”, alimentado por una IA que aprende del comportamiento individual. Instagram y Facebook hacen lo propio con los desarrollos de Meta AI. El objetivo es mantener al usuario enganchado, ofrecerle justo lo que quiere ver antes de que lo pida. Y funciona: millones de adolescentes pasan horas frente a pantallas moldeadas a su medida.
El uso educativo de estas herramientas también gana terreno. Cada vez más estudiantes utilizan chatbots como ChatGPT o buscadores potenciados por IA para resolver tareas escolares. Las funciones más usadas van desde el resumen de textos hasta la traducción de idiomas, pasando por la explicación de conceptos complejos en lenguaje sencillo. Aunque esto plantea desafíos en cuanto a la originalidad y el pensamiento crítico, la tendencia parece difícil de revertir.
Todo esto deja una pregunta incómoda en el aire: ¿hasta qué punto los jóvenes son conscientes de cómo estas funciones moldean su manera de interactuar, de informarse y de representarse a sí mismos? Mientras los filtros suavizan rostros y los algoritmos organizan la atención, la experiencia en redes sociales ya no es la misma. Es una experiencia asistida, amplificada y condicionada por la inteligencia artificial. Y en ese nuevo escenario, los adolescentes no solo la adoptan: la normalizan.
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