VIDEO. Indefinidamente desalojados: el drama de los vecinos del depósito
Edición Impresa | 15 de Agosto de 2025 | 03:05

A casi un mes del devastador incendio en el depósito de electrodomésticos de diagonal 77 y 48, el drama de los vecinos no tiene fin. A la deriva o caminando en un laberinto que parece no tener una clara salida, los residentes del edificio lindero, sobre 48, se juntaron ayer al mediodía frente a sus casas para hacer oír sus reclamos. Con la demolición paralizada y a la espera de estudios que determinen su futuro, las respuestas ante una fecha de retorno también quedaron en suspenso.
El grupo se encuentra en un limbo. Aunque sus casas no fueron consumidas por el fuego, el acceso está prohibido desde el 16 de julio. A pesar de que algunos pudieron ingresar ese mismo día del siniestro y otros unos días después, la realidad es que solo se les permitió hacerlo por menos de 10 minutos para sacar “lo justo y necesario”.
Desde ese momento, los damnificados encontraron refugio en distintas opciones. Mientras algunos pudieron instalarse en casa de familiares o amigos, otros están en hoteles provistos por el área de Desarrollo Social. Sin embargo, esta ayuda está lejos de ser una solución definitiva.
“Algunos están al frente de Plaza San Martín y muchos de nosotros estamos en el Hotel del Sol. Pero la estamos pasando mal. Es una mala situación porque nos tienen que ir renovando día a día y nos avisan un día antes”, relató una de las vecinas que vivía en el quinto piso. Asimismo, agregó: “Ayer le pasó una vecina que la llamaron para desalojar el hotel porque la municipalidad no había renovado. Entonces como que también tenemos que sumar esta pelea, cuando ellos supuestamente no tienen nada que ver en toda esta situación”.
En este marco, la situación económica también se volvió un calvario. Una estudiante universitaria, que vive en uno de los hoteles, describió: “La mensualidad que me dan mes a mes no es lo mismo para vivir ahora en un hotel y comprar todo lo que tengo que comprar. Si bien recién ahora empecé con el comedor universitario, que hay que sacarlo una semana antes, estos días hubo paros y feriados”. En las cuentas, estimó que sus gastos diarios de alimentación se extendieron de 5.000 a 20.000 pesos.
“Los bomberos entraron y rompieron mi puerta, en ese momento tenía que ver que sacaba y pude vaciar la heladera, pero el desperdicio de plata es demasiado”, recordó otra frentista.
Otro de los dilemas con los que se tuvieron que enfrentar los damnificados, es “mudarse” con sus acompañantes de cuatro patas. “Yo me tuve que quedar en casas de mis amigas porque tengo una perrita y en los hoteles no nos permiten ingresar con mascotas. La realidad es que alguien tendría que darnos algún tipo de ayuda a los que tenemos mascotas viviendo con nosotros porque también, de alguna forma, nos interrumpieron nuestra vida diaria en conjunto. Aunque yo conseguí lugar, es muy difícil sostenerlo a largo plazo”, remarcó Josefina, dueña de un departamento en el segundo piso.
A su vez, los daños estructurales son otra de las problemáticas a las que se deben enfrentar cuando retornen a sus hogares. “Entre alguno de los porvenires que nos dejó el incendio tenemos grietas, agua en los pisos, que eso va a hacer que se levante en un futuro. Y después tenemos que ver el estado de las camas y los colchones, en donde las habitaciones dan a la pared pegada del depósito. Sumado a que yo en el baño tengo unos agujeros en el techo que no se de donde salieron”, enumeró Josefina.
Avanzan la justicia y las dudas
Diego Dousdebes, el abogado de Verónica Salvi, propietaria de la primera vivienda de la diagonal 77 que le sigue al inmueble siniestrado y sufrió los mayores destrozos, aclaró que la causa judicial se encuentra en una etapa inicial. “Un mes de inicio de las actuaciones es poquito”, explicó, aunque reconoció que para la gente común, los tiempos de la justicia “son inextensibles”.
Actualmente, el proceso se encuentra a la espera de pericias claves. La que realiza la Facultad de Ingeniería de la UNLP busca determinar el origen del incendio. Otra pericia fundamental definirá cómo y cuándo continuará la demolición de la estructura colapsada, que hoy mantiene cortada la calle y a las familias lejos de sus hogares. “Hay varias cuestiones que están esperando la firma del fiscal”, informó, y adelantó que se esperan “bastantes novedades” para la próxima semana.
Mientras tanto, no solo las pertenencias de los vecinos se encuentran detenidas en el tiempo, sino también sus rutinas y sus hogares, que están a la espera de un informe técnico que defina si podrán volver o si el desalojo se extenderá por tiempo indefinido.
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