Mutará del comercio al rock: venden la histórica tienda Los Gallegos
Edición Impresa | 17 de Agosto de 2025 | 03:37

La tradicional tienda Los Gallegos, ícono del comercio marplatense desde hace más de un siglo, cambiará radicalmente de rumbo. El local histórico de la esquina de las avenidas Luro y San Juan, inaugurado en 1941 y convertido en una referencia para generaciones de clientes, fue vendido a un grupo encabezado por los hermanos Rocca, empresarios vinculados al rubro del espectáculo, que proyectan reconvertirlo en un estadio cerrado para eventos y recitales con capacidad para más de 3.000 espectadores.
La operación, confirmada por fuentes inmobiliarias y municipales, implica el cierre de una etapa clave para el retail local. El edificio, que durante décadas atrajo tanto a turistas como a residentes, será refuncionalizado para apuntar a la industria del entretenimiento, en línea con un modelo de negocios ya probado por los nuevos propietarios en otros proyectos. Los Rocca, conocidos en Mar del Plata por su gestión del boliche Gap -rebautizado Plaza de la Música- trabajan junto al productor José Palazzo, creador del festival Cosquín Rock, en un plan para sumar la nueva sala a la oferta de espectáculos de la ciudad.
El cambio de destino del inmueble supone también un golpe simbólico para la historia comercial local. Los Gallegos abrió sus puertas el 8 de octubre de 1912 bajo el nombre Baratillo Los Gallegos, de la mano de los inmigrantes españoles José Navarro y Humberto Sánchez. El negocio, especializado en telas, fue creciendo con el tiempo hasta transformarse en una tienda por departamentos de referencia en el país. Las campañas publicitarias marcaron época, con lemas como “Viaje a Mar del Plata sin valija: Los Gallegos tiene de todo” y elaborados catálogos en papel ilustración para las Fiestas.
El local de Luro y San Juan comenzó a operar en 1933, pero se trasladó a su actual emplazamiento ocho años más tarde, tras una gran ampliación que consolidó su lugar en el paisaje urbano. La tienda llegó a tener mil empleados en temporada alta y sumó sucursales en otras localidades, como Dolores. Su historia incluye momentos dramáticos, como el incendio del 31 de julio de 1978, considerado el más voraz en la ciudad, que destruyó la casa central sin dejar víctimas fatales, y que obligó a reconstruir y rediseñar la operación comercial.
La icónica tienda llegó a tener mil empleados en temporada alta y sumó sucursales
Hoy, bajo la presidencia de Miguel Ángel Pascual -hijo de un histórico empleado que llegó a ser accionista-, Los Gallegos combina la tienda tradicional con un centro comercial ubicado en Rivadavia al 3050. Emplea a 172 personas y mantiene tercerizados varios sectores. Sin embargo, el valor inmobiliario de su local más emblemático y la presión por diversificar inversiones parecen haber allanado el camino para la venta.
El proyecto de reconversión apunta a tener el nuevo espacio operativo para las próximas temporadas de verano, capitalizando la demanda de espectáculos en la costa atlántica. Según trascendió, el diseño buscará emular el concepto de grandes lugares como el Luna Park, pero adaptado a la escala marplatense, con servicios complementarios y tecnología de última generación para la realización de shows nacionales e internacionales.
La transformación de Los Gallegos en un estadio de espectáculos refleja una tendencia más amplia en el mercado inmobiliario comercial: el paso de espacios tradicionales de venta minorista hacia formatos ligados al entretenimiento y la gastronomía, sectores que han mostrado mayor capacidad de recuperación en los últimos años. Para Mar del Plata, la esquina de Luro y San Juan dejará de ser la “Harrods” local para convertirse en un polo de atracción cultural y musical. El cambio traerá nuevas dinámicas al centro de la ciudad y abrirá una etapa inédita para uno de sus edificios más recordados.
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