El alza del dólar, en la góndola: los precios aumentaron hasta un 13%

El traslado de la variación del “verde” a los costos de consumo masivo ya se siente en los almacenes de la Ciudad. Productos como café, lácteos y artículos de limpieza lideran los incrementos. Se advierte sobre otro ajuste

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La suba del dólar que se registró semanas atrás se trasladó a los precios de consumo masivo. En las góndolas de supermercados y en los comercios de barrio de la Ciudad ya se perciben aumentos que van del 3 al 13%. “Aumentaron y no un poquito”, advirtieron desde el rubro almacenero, que ya anticipan nuevas remarcaciones en los próximos días.

Entre los productos más afectados se encuentra el café con un incremento del 13%, mientras que los artículos de limpieza y de higiene personal tuvieron un aumento cercano al 10%.

El sacudón, empezó tras la suba del dólar. Desde los primeros días de julio, en un mes, la divisa subió el 14%.

Desde la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires (FABA) indicaron que entre los productos que más aumentaron, se encuentran: café 13%; productos de limpieza e higiene personal 10%, al igual que los snack; lácteos entre el 4,5 y el 7% y los fiambre con el 7%.

“Los precios aumentaron bastante. El problema es que el dólar ahora está bajando, pero con los precios no va a suceder lo mismo. Lo único que baja es lo que no se vende. Si veníamos mal con la venta, ahora está peor”, afirmó José Candiota, presidente de la entidad.

Comerciantes y consumidores ya empezaron a sentir el impacto de estas remarcaciones en el día a día.

En un comercio de barrio situado en 4 y 45, Sergio Aleksandroff, encargado del local, explicó que “aumentó todo: un 4% mensual en algunos casos, mientras que en otros la suba llegó al 7% este mes. Y los proveedores ya nos anticiparon que en estos días puede haber otro incremento de entre un 3% y un 4%”.

Entre los productos de consumo básico tuvieron aumento varios productos. La yerba aumentó un 4%. “Se vio en algunas marcas. Lo raro es que la mayoría son de la misma empresa. Entre esas las que más llevan los clientes como Playadito o Rosamonte. Las demás quedaron igual”, indicó el almacenero.

También se modificó el precio del arroz, las galletitas, la bebida, las latas de conserva y la sal. En el caso del aceite, el precio subió un 3% en julio y volvió a aumentar otro 3% en lo que va de agosto.

“Los fideos registraron un aumento de entre un 5 y un 6% el mes pasado, este mes todavía no hubo retoques. En cuanto al azúcar, se mantiene al mismo precio, pero un proveedor ya me advirtió que lo más probable es que la próxima compra tenga un incremento”, sostuvo Aleksandroff.

Si bien los lácteos están dentro de los productos que siguen aumentando, el comerciante explicó que “el precio de la leche, que es lo que más se vende, está igual”. En cambio, la situación es distinta en el caso del yogur y el queso, donde “el incremento fue entre el 7 y el 8%”, según indicó.

Lo mismo se percibe con los artículos de limpieza y de higiene personal. Para el caso, Aleksandroff explicó que “las empresas ajustaron el precio desde que el valor del dólar se disparó. El mes pasado aumentaron un montó, hasta un 10%, y ahora un 3%”.

En otro comercio, situado en 4 entre 45 y 46, se repite el mismo panorama, con aumentos generalizados en distintos productos. “Las listas de precios están llegando con aumentos de entre el 8% y el 10%”, afirmó Marcelo Piñero, encargado del lugar.

Al respecto, comentó que “una de las empresas principales en la comercialización de lácteos y otra que líder en la venta de bebida gaseosa subieron los precios un 10%. Al igual que los cigarrillos”.

Los comerciantes plantearon que la situación es complicada y el retoque de precios no hace más que complejizar el panorama.

“En el mayorista aumentaron un poco los precios, pero nosotros no podemos aumentar porque hay poca venta. Entonces preferimos mantener los precios como están y vender un poco más”, comentó Piñero.

Lo mismo planteó Aleksandroff. “Es mala la situación. Nosotros estamos aguantando porque remarcamos poco. Igual, mis productos no están teniendo el aumento que tendrían que tener, porque de lo contrario no se vende. No podemos competir y como dueño no estoy ni cerca de lo que debería ganar. Lo que recaudo es para mantener el trabajo de los empleados, explicó.

Los consumidores también sienten el aumento en el bolsillo. Mirian Paganini, es arquitecta y jubilada, y mientras era atendida en el local de Piñero, relató los cambios que viene observando en las góndolas. “Cada vez que vas a comprar un producto es otro el precio y los sueldos son los mismos”, comentó preocupada.

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